
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha concluido su proceso de reestructuración interna para tratar de afrontar con las mejores perspectivas posibles los retos que tiene que afrontar en el futuro próximo para "proteger y promover los intereses de España". Una reorganización que no solo se ha dado en nuestro país, sino que también se ha venido producido en los últimos años en los servicios secretos de otros países aliados.
Todo ello para tratar de tener controladas, en la medida de lo posible, las cuatro grandes amenazas a las que se enfrenta nuestro país y que, este lunes, han sido desarrolladas en las instalaciones del centro por el Director de Inteligencia del CNI, que aunque sin identificarse con su nombre y apellidos, únicamente con su cargo dentro de la institución, ha hablado por primera vez para los medios de comunicación.
El primer gran reto es la inmigración ilegal y se centra en combatir a las mafias de la inmigración en los países de origen. El segundo, el contraterrorismo, tratando de evitar atentados en territorio nacional y de frenar la actividad de grupos terroristas que puedan desestabilizar áreas del planeta y esto termine repercutiendo negativamente en España (el área prioritaria en estos momentos es el Sahel africano).
El tercer gran reto es la contrainteligencia, es decir, tratar de neutralizar la actividad operativa real de otros países en suelo español, lo que puedo suponer una amenaza para los intereses nacionales. Una labor muy complicada, debido a la alta preparación de las personas implicadas. El cuarto reto es la contraproliferación, es decir, evitar que determinados países puedan acceder a armas nucleares, químicas, bacteriológicas o desarrollen misiles balísticas de alta capacidad.
La nueva organización ha sido fruto de la finalización del proceso de transformación digital, para conseguir mejores capacidades en materia de obtención de información, integración y análisis, así como de perfiles profesionales y procedimientos de anticipación, a lo que se une la creación de "Centros de Misión o unidades específicas adaptadas a los objetivos establecidos por el Gobierno, con el fin de optimizar el funcionamiento y mejorar los resultados".
Con estos cambios, según han explicado desde el Centro Nacional de Inteligencia, "se garantiza la coordinación y la comunicación entre los organismos que intervienen en la obtención de los datos, la materia prima de la Inteligencia, y la adecuación continua de la metodología, los procedimientos y la distribución de los recursos. Esta nueva estructura permite el planteamiento de iniciativas enriquecidas por todos los implicados de forma ágil, sistematizada e inmediata".
"Entre los recursos optimizados", han continuado, "destaca el incremento de personal dedicado a la obtención de información por procedimientos Humint (inteligencia que proviene de la información obtenida y facilitada por fuentes humanas), técnicos y operativos, así como la potenciación de las capacidades idiomáticas y el aumento de expertos dedicados al análisis avanzado de la información y a la elaboración y difusión de Inteligencia".
En este encuentro con periodistas, que ha estado presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles, también han tomado la palabra tanto la secretaria de Estado-directora del CNI, Esperanza Casteleiro, como el secretario general de la institución y número dos de los servicios secretos, Arturo Relanzón.
Casteleiro ha asegurado que el CNI es un "entramado fundamental para salvaguardar los derechos y libertades de los españoles" y ha comparado la inversión que se hace en España en inteligencia con otros países aliados. Reino Unido tiene un presupuesto de 3.400 millones, tiene 13.600 espías y un población de 67 millones de habitantes, mientras España tiene un presupuesto de 337 millones, 3.000 espías y una población de 47 millones, ha detallado.
Por su parte, Relanzón ha explicado que en cada proceso de selección del Centro Nacional de Inteligencia hay 3.000/4.000 candidatos, de los que al proceso presencial solo llegan un 6-8 por ciento (reconocimiento médico, estudio de seguridad…) y que de ellos tan sólo un 2-3 por ciento termina finalizando el proceso de selección.

