Poco a poco se van esclareciendo nuevos detalles sobre el policía nacional que falleció abatido a tiros por sus propios compañeros este miércoles en una gasolinera de Villagonzalo de Pedernales. Fuentes de la investigación han confirmado que participó y fue detenido por un caso de narcotráfico. También se han revelado nuevos datos que confirman que se trataba de un hombre que "no estaba en su sano juicio".
El agente, natural de Ferrol y destinado en La Coruña tras un breve paso por Canarias, fue detenido el pasado 24 de marzo en una operación de la Policía Nacional contra el narcotráfico en Valdoviño (La Coruña) en la que se investigaba el tráfico de cocaína rosa -una droga sintética- y en la que hubo un total de cinco detenciones, según han informado a EFE fuentes de la investigación.
En aquel caso, tres personas acabaron en prisión provisional comunicada y sin fianza; otra acabó en prisión eludible con pago de fianza, aunque no la ha abonado. La quinta persona detenida fue precisamente el policía nacional fallecido, que quedó en libertad con cargos.
Durante la operación, se le practicó un registro domiciliario en el que no se encontró droga, pero sí un arma que no era la suya reglamentaria. En ese momento no se acordó ninguna medida cautelar porque no existían indicios sólidos de su participación en la red de narcotráfico.
Suspensión y retirada del arma
Su implicación en estos hechos y su condición de investigado provocaron su suspensión como policía nacional en activo, se le retiró el arma y pasó a segunda actividad. Por ese motivo, cuando el fallecido acudió el martes a la comisaría coruñesa de Lonzas para un trámite administrativo, tuvo que forzar una taquilla para robar el arma de un compañero. Después de aquello, se dio a la fuga.
Tras advertir del robo del arma, la Policía Nacional puso en marcha un amplio dispositivo para localizar al agente fugado. Le interceptaron ya en la provincia de Burgos, donde a la altura de la localidad de Tardajos se produjo un primer intercambio de disparos. El policía acabó en un área de servicio en Villagonzalo de Pedernales donde se produjo un segundo tiroteo. Finalmente, fue abatido por sus propios compañeros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
"No estaba en su sano juicio"
Precisamente, ante la comisaría, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Galicia, Roberto González, ha comparecido ante los medios de comunicación para "lamentar lo sucedido" en "un día triste para la Policía Nacional", si bien ha felicitado a los compañeros la rápida investigación que logró que "no sucediese nada más grave".
"Era una persona enferma. Necesitaba un tratamiento y estar respaldada y curarse. No estaba en su sano juicio", ha aclarado. Por eso ha reivindicado la "vigilancia de la salud mental" dentro de la Policía Nacional, aunque ha reconocido que en Galicia ya se ha "avanzado bastante" al contar con una "unidad básica sanitaria", pero cree que es insuficiente.
También ha reclamado "la dotación de armeros para que los policías nacionales puedan depositar sus armas" con un sistema de vigilancia a través de cámaras para que las armas estén siempre "seguras", pues en este caso se trató de un arma sustraída la que inició el tiroteo.