
El bazar preelectoral de Pedro Sánchez está abierto y el PNV quiere lograr un último regalo del presidente por si deja de serlo en breve. Sánchez asume la Presidencia de turno de la UE el próximo 1 de julio, antes de las elecciones generales del 23-J. Y los separatistas vascos quieren que use la agenda que dejará sentada como presidencia española de turno para reclamar la implantación de una macrorregión —la "Atlántica"— que, casualmente preside el País Vasco y, también casualmente, incluye las dos zonas reclamadas por el PNV y Bildu para formar su ansiada Euskal Herria: Navarra y una zona de la Aquitania francesa.
Iñigo Urkullu, presidente regional del País Vasco, ha reclamado a Pedro Sánchez el impulso definitivo a la creación de un proyecto económico y político que diseña desde hace tiempo el separatismo vasco: una macrorregión atlántica que no sólo incluye los territorios soñados por el PNV y Bildu, pero que sí permitiría una dirección ante la UE de esas regiones -junto con otras- bajo mando del propio PNV.
El PNV sabe a lo que juega. Y ha logrado ya aunar fuerzas del sector económico -por medio de las Cámaras de Comercio- para impulsar su proyecto. Y todo ello después de que Sánchez haya comunicado ya oficialmente los objetivos de la Presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea a partir del 1 de julio y en su lista de prioridades no apareciera por ningún lado el proyecto de la macrorregión.
Urkullu se ha constituido ya como presidente del Arco Atlántico. Un área que asume ya el esfuerzo de 17 cámaras de comercio, desde la de Bilbao hasta las del norte de Portugal, Galicia, Asturias, Cantabria, Burgos, Navarra, la Comunidad Autónoma Vasca y la denominada como Nueva Aquitania en Francia.
El proyecto de Urkullu no ha dejado de crecer y, según el PNV, cuenta ya con el respaldo de Gales, con lo que la macrorregión estaría integrada por territorios de cinco países, España, Francia Portugal, Irlanda y Reino Unido.
El PNV mira con deseo este proyecto por todo lo que supone una macrorregión en el seno de la UE. Para empezar le daría fuerza negociadora internacional propia, presencia europea directa y, al margen, de ello capacidad de lograr financiación de una forma directa. Y todo ello, con las dos áreas que pretende incorporar a su sueño de una Euskal Herria independiente de España.
Hay que recordar que ya en 2021 el Comité Europeo de las Regiones (CDR) adoptó una serie de propuestas para reforzar la cooperación entre las regiones atlánticas de la UE "a fin de afrontar mejor el impacto del Brexit y de la covid-19". La asamblea de ciudades y regiones de la UE defendió crear esta macrorregión atlántica para definir "estrategias comunes para impulsar los sectores prioritarios de la economía azul, como son la pesca, el comercio, el turismo y el transporte". Y ello ha sido aprovechado a toda velocidad por el PNV.

