Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil se han cansado del desprecio y ausencia del ministro Fernando Grande-Marlaska y han decidido abandonar el Pleno del Consejo. La explicación oficial no deja lugar a dudas. Se van "como consecuencia de los continuos desplantes y menosprecios a los guardias civiles y a sus representantes". Y es que el ministro ha batido el récord de ausencias a lo largo de los dos últimos años.
La gota que ha colmado el vaso se ha producido la mañana del pasado jueves, cuando las asociaciones profesionales acudieron al Pleno del Consejo para su celebración, sin que en al inicio de la sesión estuviera presente el ministro del Interior como presidente de este órgano colegiado, ni tampoco su sustituto, el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos.
Además, por primera vez en la historia, el tiempo para abordar la problemática de los miembros de la Guardia Civil ha estado tasado, recortando los turnos de palabra, como confirman las asociaciones de la Benemérita.
Las asociaciones profesionales, "ante esta insultante forma de proceder de la Administración, hemos decidido abandonar el mismo en una acción sin precedentes desde la constitución de este órgano de representación, como muestra de protesta ante una actitud prepotente que afecta a los derechos de todos los guardias civiles", han señalado las asociaciones de representación de la Guardia Civil en un comunicado conjunto.
"Las asociaciones profesionales demandamos urgentemente la participación del ministro del Interior para solventar esta crisis y nos mostramos abiertos al diálogo para desbloquear esta grave situación siempre que se aborde desde el respeto y lealtad recíprocos", añaden desde la Guardia Civil.
El Consejo debe ser presidido por el ministro. Pero lo cierto es que "en dos años solo ha ido una vez y en su defecto delega en el director, que tampoco ha acudido a la última cita. Y en su lugar lo ha presidido un alto funcionario de Interior que pretendía recortar los tiempos de intervención y metía prisa" porque, según él, "había que terminar a las 14:00 horas, ya que luego había un acto en el mismo salón", detalla la asociación mayoritaria JUCIL.
Y, "ante el menosprecio, todos los vocales de todas las asociaciones se han levantado y marchado", concluyen los portavoces de JUCIL. Lo cierto es que la Guardia Civil no aguanta más el menosprecio y hasta ataque recibido por este Gobierno.
Diluir paulatinamente la Guardia Civil
De hecho, desde el cuerpo de la Benemérita, algunas asociaciones consideran que hay una decisión tomada de diluir a la Guardia Civil paulatinamente. Así, la asociación de la Guardia Civil APROGC ha elaborado un informe con un revelador título: "¿Hacia la desaparición de la Guardia Civil?".
El informe explica los movimientos que han llevado a que el cuerpo, que en 2012 llegó a rozar los 80.000 efectivos, haya cerrado el año 2022 con 4.000 guardias menos. El documento no oculta su preocupación por las últimas decisiones oficiales y por un rumbo en el que partidos como el PSOE han apostado claramente para aceptar las reclamaciones de Bildu contra el papel y presencia de la Guardia Civil.