La Audiencia Provincial de Barcelona acoge desde este lunes el juicio contra Pilar y Dolores Vázquez, más conocidas como las gemelas de Sabadell, y la pareja de la primera -Isaac Gil-, por el crimen de Pedro Fernández -novio de la segunda-. Se les acusa de urdir un plan para acabar con la vida de la víctima, que murió como consecuencia de los golpes que recibió en la cabeza -al menos doce- con una pata de cabra (palanca metálica), en la madrugada del 10 de julio de 2021.
Hubo "alevosía" y "ensañamiento", según la versión de la Fiscalía que pide 24 años de prisión para los tres, y seis meses más para Dolores por el agravante de parentesco (tenía una relación sentimental con la víctima). Tanto el Ministerio público como la acusación particular coinciden en que Pedro dormía plácidamente con su pareja, en el piso de ella en Sabadell, cuando Isaac le atacó por sorpresa. "A las dos allí", le dijo por WhatsApp a su cuñada veinte minutos antes de llegar.
Él se despertó, logró zafarse e intentó huir, pero no logró llegar al portal. Isaac le capturó en el rellano y le metió de nuevo en el interior de la vivienda, donde le mató a golpes. Él mismo lo ha confirmado durante su declaración ante el tribunal. "Correcto", ha contestado al ser preguntado sobre si él acabó con la vida de Pedro. Isaac ha admitido -por tanto- ser el autor material del crimen. Pero las conversaciones que el trío criminal guardaba en sus respectivos teléfonos móviles no dejan lugar a dudas, los tres están en el ajo.
Estuvieron planificando el asesinato y valorando cuál era la mejor manera de cometerlo (veneno, pistola taser, a golpes...) en los días previos. Eso indican los mensajes que intercambiaron. Pilar, pareja de Isaac, negó su participación en el crimen en su escrito de defensa y ahora lo ha vuelto hacer ante el tribunal. Es "no culpable", ha asegurado su abogado. Sin embargo, fue ella quien inició el macabro plan al trasladarle a su pareja que hay que hacer algo porque su hermana "está chunga" y "no puede más".
Dolores dice que actuó de forma "automática", llevada por la "depresión" que padecía y los "malos tratos" que él -asegura, aunque no ha aportado ninguna prueba de ello- le propinaba. Describe al que fuera su pareja como un hombre violento y asegura que discutían con frecuencia, aunque siempre lo solucionaban. Su declaración ha sido breve y se ha limitado a ofrecer un relato de los hechos en el que ella queda fuera del plan y del asesinato. Las hermanas reconocen el encubrimiento y porque no les queda otra. Un vecino las grabó limpiando la sangre del rellano.
Está claro que pretenden que Isacc cargue con el mochuelo ( y él, que sigue siendo pareja de Pilar, parece estar de acuerdo), pero el crimen es el resultado de "la ejecución de un plan concebido por los acusados". Así lo ha señalado el Ministerio Público. "Pilar y Dolores no agredieron a Pedro, pero sí intervinieron en la ejecución de ese plan y colaboraron" en su asesinato. "Actuaron con alevosía: buscando la indefensión de la víctima, y con ensañamiento, buscando el sufrimiento añadido", ha aseverado, "Pedro Fernández sufrió mucho más de lo necesario para morir". Palabras que los acusados escucharon impasibles, con la mirada perdida.
La versión de los acusados
"Mi cliente no es inocente", ha reconocido Juan Manuel Taberner, el defensor de Isaac Gil. "Va a declarar la verdad. Pero toda la verdad", ha advertido. Según el autor material del asesinato -así lo ha reconocido-, no hubo "alevosía, ni ensañamiento". Él asegura que la noche de los hechos llegó con su pareja a la casa de su cuñada -donde vivía desde hacía un mes, porque le había alquilado una habitación- "para recoger unos bañadores" y se encontró con una escena en la que creyó que tenía que intervenir.
Dolores y Pedro -ha relatado- estaban discutiendo en su dormitorio, escucharon ruido de cristales rotos y él entró en la habitación para comprobar si la mujer se encontraba bien. "Pedro se abalanzó hacia mí y rápidamente le golpeé en la cabeza", ha reconocido en un intento de justificar su acción dando a entender que fue una reacción natural en defensa propia. Sin embargo, cuando su cuñado salió al pasillo, Isaac fue tras él en lugar de dar por concluida la pelea.
Uno metros después, Pedro se desplomó. Había logrado salir de la casa y él lo metió en el domicilio, donde le siguió golpeando hasta acabar con su vida. Entretanto, aseguran las hermanas que ellas no pudieron hacer "nada" por evitarlo. Dolores dice que se quedó en el dormitorio "temblando y rezando como podía", sin saber que su cuñado iba a matar a su novio. Tampoco llamó a los servicios de emergencia porque se quedó en shock, "inmóvil", cuando vio el terrible desenlace. Aunque sí pudo ayudar a Isaac y a su hermana a intentar eliminar las pruebas del crimen.
Vídeos de los vecinos
Las grabaciones de los vecinos serán clave en los juicio. Alertados por el ruido que procedía de la vivienda de Dolores, vieron por sus mirillas unos movimientos que les parecieron sospechosos. Así lograron captar la escena de las gemelas e Isaac moviendo el cuerpo de Pedro y limpiando los restos de sangre del rellano.
Aquella noche escucharon golpes muy fuertes. "Sonaron en todo el edificio", ha explicado el vecino que ha testificado en la segunda sesión del juicio. Él pudo ver a Isaac junto al cadáver de la víctima, tirado en el suelo, y "como si le diese una patada". Después entraron las hermanas en escena, ayudando a Isaac. Ni siquiera sabe cuál de las dos es la que vive en el piso de al lado.
Las imágenes no dejan lugar a dudas. Y lo que vieron los Mossos d'Esquadra cuando llegaron a la vivienda, tras recibir el aviso de los vecinos, tampoco. Sorprendieron a Isaac fregando el suelo del rellano, donde había sangre. Entraron en el domicilio y allí encontraron el cadáver de Pedro, envuelto en una manta y una sábana.