Tras cuatro años negando la evidencia, Raúl Díaz Chacón ha confesado. Lo ha hecho a través de su defensa, durante la celebración –el viernes 2 de junio- de la primera sesión del juicio contra él en Las Palmas por la muerte de la que fuera su mujer, Romina Celeste. La joven paraguaya -de 29 años- murió el 1 de enero de 2019 y fue él quien la mató, en la casa que compartían en Lanzarote.
El acusado ha cambiado su versión y se ha declarado culpable (de homicidio, malos tratos y demás cargos formulados contra él). Hasta ahora había defendido que se la encontró muerta al llegar a casa. Según argumentó, habían discutido y decidió irse de fiesta. Tan sólo reconocía haberse deshecho del cadáver -dijo- por miedo a que le culparan, dados sus antecedentes.
Ella le había denunciado por malos tratos dos días antes de casarse, el 8 de agosto de 2018. Así que decidió trocear y hacer desaparecer el cadáver, quemándolo en la barbacoa del jardín de su casa y arrojándolo al mar (en diferentes puntos de la costa). En un principio, dijo a su entorno que la joven se había marchado voluntariamente tras una discusión de pareja que habrían tenido poco después de las campanadas, el 31 de diciembre de 2018.
Sin embargo, su entorno empezó a ponerse nervioso y tuvo que actuar. Pasaban los días y no dejaban de preguntar por ella. Finalmente le pidieron que denunciara su desaparición antes las autoridades. Así que terminó acudiendo al cuartel de la Guardia Civil para comunicar que hacía días que no sabía nada de ella e iniciar la búsqueda. No lo puso fácil.
De hecho, nunca se halló su cuerpo. Tan sólo se encontraron unos restos de tejido del pulmón en el agua, por lo que no se pudo determinar la causa de la muerte. Afortunadamente, la Guardia Civil le había intervenido el teléfono y él sólo se delató. Explicó a un amigo cómo intentó deshacerse del cuerpo. "Todo el día en la barbacoa", llegó a decir con una frialdad pasmosa.
15 años y 9 meses de prisión
El 13 de enero de 2019, el ingeniero Raúl Díaz Chacón fue detenido y la fiscalía presentó cargos contra él por homicidio, malos tratos, lesiones, profanación de cadáver y simulación de delito. Los investigadores siempre estuvieron convencidos de su culpabilidad, pero tenían que demostrarla. Finalmente había indicios más que suficientes contra él, así que el acusado decidió aceptar los cargos y la condena: 15 años y 9 años de cárcel.
Una pena que resulta escasa, dada la gravedad de las acusaciones, pero que garantiza que el asesino de Romina no sale de rositas. El 13 de enero de 2023, los familiares de la víctima tuvieron que ver las imágenes del responsable del crimen de la chica saliendo de la cárcel. La Audiencia de Las Palmas le puso en libertad sin fianza tras pasar cuatro años en prisión provisional sin que se hubiera celebrado el juicio.
La madre de la joven -Miriam Rodríguez- aseguró sentirse "un poco más en paz" al tener la certeza de que su hija no se suicidó, como le llegó a decir su pareja y asesino. Por otra parte, pidió llevarse a Paraguay "ese pequeño trozo de pulmón que se encontró" para que de alguna forma "Romina vuelva a su familia".
Las palabras de la mujer salían desde las entrañas, del dolor de saber que "nunca me devolverá la llamada". De ahí que el juicio haya continuado este lunes con las pruebas testificales imprescindibles. Las partes acordaron reducirlas considerablemente para agilizar el proceso judicial, teniendo en cuenta que se había producido el reconocimiento de los hechos por parte del acusado.