Lejos de responder a los numerosos colectivos que claman contra el pacto alcanzado entre el PSOE y Junts, por el que Pedro Sánchez ha regalado la ley de amnistía al fugado Carles Puigdemont a cambio de continuar en el Palacio de la Moncloa, el presidente en funciones ha utilizado su discurso en la clausura del Congreso del Partido Socialista Europeo para desviar la atención atacando al Partido Popular.
Un Partido Popular al que Sánchez ha pedido sentido común y moderación en relación a las protestas violentas que se suceden estos días en Madrid, pero que el PP de Alberto Núñez Feijóo ni secunda ni ha convocado.
A pesar de ello Sánchez ha apelado hoy a su responsabilidad. "A esa derecha me gustaría dirigirme hoy, al Partido Popular", ha dicho, "para pedirles cordura y mesura y para decirles que lo que deben hacer es aceptar el resultado de las urnas, la legitimidad del gobierno que vamos a formar pronto en España, y que tengan el arrojo necesario para decir no al abrazo del oso de la ultraderecha y que abandonen la senda reaccionaria por la que hoy avanzan hacia el abismo". Palabras que han desatado la ovación del público que le recibía a su llegada al Congreso al grito de "Pedro, presidente".
Previamente Sánchez ha hecho alusión a la dictadura franquista y al apoyo de los líderes progresistas europeos para superar esa etapa. "No apelo a esos recuerdos por casualidad", ha dicho Sánchez, que ha defendido que "en estos días la ultraderecha más nostálgica de esa cruel dictadura exhibe símbolos y proclamas de un pasado oscuro para España que creíamos superado. Un pasado cuyo eco resuena hoy", ha dicho, "con la complicidad de una derecha tradicional ya parasitada desde el punto de vista de los contenidos de su propuesta política por la ultraderecha. Una derecha desnortada que ha sido incapaz de plantar cara a la ultraderecha más reaccionaria".
Gobernaré cuatro años más
Incapaz de plantarle cara e incapaz también de pactar con otra formación política, ha sostenido Pedro Sánchez, obviando el acuerdo de Feijóo con UPN y Coalición Canaria, aunque fuera insuficiente para sacar adelante la investidura del líder popular.
Frente a ello el presidente en funciones ha utilizado su intervención ante los socialistas europeos para sacar pecho por el pacto alcanzado con proetarras, nacionalistas y separatistas con el que sacará adelante su investidura previsiblemente la próxima semana. "Gobernaré cuatro años más para todos los españoles y españolas", ha dicho, garantizando los avances sociales en favor de la mayoría social, la convivencia y la estabilidad institucional del país.
Para ello, ha recordado, contará con el respaldo de 179 diputados todos ellos, ha dicho, "legítimos representantes de la voluntad popular". Subraya Sánchez que el pasado 23 de julio los ciudadanos "dijeron que España solo puede ser gobernada si se reconoce el pluralismo político del país y su diversidad territorial".
Sin mención alguna a la amnistía
Habla Sánchez de pacto, pero sin hacer mención alguna a la ley de amnistía que lo ha propiciado o a Cataluña.
Nada ha dicho el líder socialista de la medida de gracia que ha regalado a Esquerra y Junts, y que gracias al "lawfare" podrán disfrutar, corruptos, terroristas y estafadores. Tan solo ha señalado Sánchez que el pacto de Gobierno conlleva un acuerdo, ha dicho, para "consolidar la diversidad territorial de España y un espacio para el reencuentro".