La cesión de las competencias en inmigración a Junts durante la agónica negociación de los decretos leyes el pasado 10 de enero ha escandalizado por muchos motivos, tanto por el fondo como por la forma en que se produjeron los hechos, como si en vez de en un Parlamento estuviésemos en un mercado persa. Pero uno de los aspectos que más se han destacado es cómo puede ceder Pedro Sánchez una política estatal como inmigración a un partido con tintes marcadamente xenófobos y racistas.
En este sentido se han manifestado varios políticos del PP, entre ellos Núñez Feijóo y Díaz Ayuso, pero también de ERC, como Oriol Junqueras, o de Sumar. Una opinión, la de la xenofobia del partido de Puigdemont, que también compartía Pedro Sánchez. Pese a ello no dudó un minuto en ceder las competencias en inmigración a Junts cuando vio que, de lo contrario, no sacaba adelante la votación de los decretos leyes.
En una sesión en el Congreso tres días después de las elecciones catalanas del 14 de febrero de 2021, Pedro Sánchez analizaba el significado de esas elecciones. En su opinión, el voto expresado en las urnas indicaba que los catalanes lo que querían era "un reencuentro".
"Lo que quiere —la sociedad catalana— es orillar esas expresiones de extremismo, o de xenofobia o de odio que se manifiestan en la ultraderecha de Vox allí también en Cataluña y también entre destacados miembros de su candidatura, señoría —decía señalando con el dedo a Miriam Nogueras— que no se quedan atrás ni en el odio, ni en las expresiones de extremismo y xenofobia. Eso también ustedes se lo tienen que hacer ver", remataba el presidente del Gobierno en esa sesión en el Congreso.
Que Junts es un partido xenófobo es algo conocido por todos. Pese a que se hacen los ofendidos cuando se les acusa de ello, en la propia Convención Nacional del partido de este mismo sábado Jordi Turull ha afirmado la necesidad de tener las competencias en inmigración: "Cataluña debe tener una política nacional de inmigración que responda a las necesidades del país en cohesión social, bienestar, progreso y lengua".
Según Turull, está en juego la pervivencia de Cataluña como "nación" y como un "único pueblo". Y en clara referencia a Oriol Junqueras ha dicho: "Esto de acusarnos de xenófobos es indigno. No nos vamos a acomplejar".
Lo extravagante aquí es que, con tal de no ser derrotado, Pedro Sánchez ceda la política de inmigración a un partido al que comparaba con Vox en cuanto a sus ideas xenófobas.