"Por medio del presente escrito, y tras llevar a cabo una profunda e íntima reflexión, vengo a manifestar mi reconocimiento del delito cometido y por el que fui condenado por su ilustrísima, queriendo dejar patente mi total y sincero arrepentimiento del mismo, así como mi total disposición a cumplir la sentencia impuesta en todos sus términos". Así comienza la carta -a la que ha tenido acceso Libertad Digital- que César Román Viruete, más conocido como el ‘rey del cachopo’, remitió el pasado 7 de marzo a la Audiencia Provincial de Madrid, el tribunal que le condenó a 15 años de cárcel por matar y descuartizar a la hondureña Heidi Paz Bulnes en agosto de 2018.
De esta manera, Román reconocía los hechos por primera vez desde que fuera detenido el 16 de noviembre de ese mismo año en el establecimiento en el que estaba trabajando como cocinero en Zaragoza. Durante todo este tiempo, él había mantenido su inocencia. Según su versión, su pareja fue asesinada por su relación con un vuelco (robo de droga) y él no tiene nada que ver con los hechos. Incluso hace mención a una trama en la que estaría implicado un grupo de policías corruptos que habría manipulado las pruebas para hacerle parecer culpable.
El torso de su novia fue hallado (tras un mes desaparecida) en una maleta que los bomberos encontraron al sofocar un incendio declarado en una nave que el ‘rey del cachopo’ tenía alquilada en el barrio madrileño de Usera. Nunca se encontró el resto del cadáver de la joven de 25 años, a la que él conoció cuando entró a trabajar como camarera en el restaurante que él regentaba en Madrid. La misiva devolvía a los allegados de la víctima la esperanza de recuperar las partes del cuerpo que faltan. El preso se mostraba dispuesto a "explicar los detalles de los luctuosos hechos acaecidos" para que su familia pueda "descansar de una vez y conocer todo lo ocurrido".
El cambio radical experimentado por Román resultaba sorprendente. Él lo relataba en su escrito como una especie de revelación gracias al "recibimiento de Jesucristo como nuestro Señor y Salvador". Pero lo cierto es que cada palabra de esa misiva, que escribió y rompió varias veces, tenía como objetivo que el preso pudiera empezar a recibir algún tipo de beneficio penitenciario. A pesar de que ya ha cumplido un tercio de su condena, aún no ha disfrutado de ningún permiso. "Piensa que lleva cinco años sin ver la calle", señala su abogada en declaraciones a este periódico.
Según nos explica la letrada Ana Isabel Peña, él tomo la iniciativa de redactar la carta y enviarla (rellenando una pequeña instancia, dirigida al director del Centro Penitenciario Alcalá Meco-Madrid II) sin contar con ella. "Lo hizo en un acto de desesperación", exclama. "Está sumamente agobiado, necesita salir". Cuando la abogada descubre lo que ha hecho Román, se pone en contacto con él y éste le explica -asegura a LD- que está dispuesto a cualquier cosa para lograr un permiso. Algo para lo que es prácticamente imprescindible que el preso haya reconocido los hechos por los que ha sido condenado y que haya pedido perdón.
Niega su culpabilidad
"Voy a decirles que soy el culpable. Lo que sea, pero que me saquen", le confesó. "La desesperación fue lo que le llevó a hacer eso", insiste Ana Isabel, "pero es inocente y vamos a agotar las dos vías que nos quedan". "Anulamos la carta y recurrimos, en Bruselas y en el Tribunal de Derechos Humanos de la ONU", añade.
Cabe recordar que la condena de 15 años que le impuso en 2021 la Audiencia Provincial de Madrid por el homicidio y descuartizamiento del cadáver de Heidi, con la concurrencia de las agravantes de parentesco y género fue confirmada por el Tribunal Superior de Justicia y el Supremo en el lapso de un año.
La abogada del ‘rey del cachopo’ tiene asumido que César cumplirá su pena íntegramente haga lo que haga, así que no hay cartas que valgan. Ya sólo les queda ver lo que ocurre ante las instancias internacionales. Entretanto, su caso será analizado en la serie documental de Netflix que se estrenará el próximo 10 mayo y en la que participa el propio Román.