
La jornada electoral de este 21-A en el País Vasco vuelve a dejar de relieve la lenta agonía electoral que sufre el centro-derecha constitucionalista en la región desde hace años. Las dos candidaturas que se sitúan en este espectro ideológico han conseguido mejorar ligeramente sus resultados este domingo, pero muy lejos de los mejores resultados históricos en la región. Un hecho que se contrapone con el exponencial aumento elección a elección del bloque separatista.
El PP que lideraba Javier de Andrés ha sumado 98.900 votos y consigue 7 escaños. El aumento de la participación, que también ha animado a su electorado, le ha permitido aumentar en 30.000 sufragios su bolsa de votos, y tener un electo más en el Parlamento vasco que en 2020. Vox, por su parte, ha conseguido 21.100 votos (4.000 más que hace cuatro años), lo que permite a Amaia Martínez conservar su escaño en la Cámara de Vitoria.
La suma electoral de ambas formaciones se sitúan en los 120.000 votos y 8 parlamentarios, un ligero aumento respecto a los 78.000 votos (60.650 el PP y 17.500 Vox) y 7 escaños (6 los populares y 1 Vox) de hace cuatro años. Unas cifras a años luz del máximo éxito electoral del centro-derecha constitucionalista en el País Vasco, que tuvo lugar en el año 2001, cuando Jaime Mayor Oreja encabezó la lista del PP y soñó con llegar Ajuria Enea. Aquella candidatura cosechó 326.900 votos y 19 escaños.
Desde ese éxito electoral, el centro-derecha constitucionalista comenzó una larga agonía que le ha llevado hasta las cifras actuales. En el año 2005, el PP perdió más de 110.000 papeletas, para quedarse en los 210.000 votos. Obtuvieron ese año 15 parlamentarios, cuatro menos que en las elecciones anteriores. En 2009, la suma de PP y UPyD se quedó en 168.000 votos, consiguiendo 13 diputados el PP y uno UPyD.
El apoyo a este espectro político siguió descendiendo en 2012, cuando la suma de PP y UPyD bajó hasta los 152.000 votos, lo que permitió al PP tener 10 escaños en el Parlamento vasco y a UPyD mantener el escaño que había obtenido cuatro años antes. En 2016, la suma de PP y Ciudadanos se quedó en los 129.000 sufragios electorales. Los populares bajaron un escaño, hasta los 9 diputados, mientras Ciudadanos no consiguió entrar en la Cámara de Vitoria.

