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Oviedo se vuelca con los Reyes y los militares en el Día de las Fuerzas Armadas y dedica una sonora pitada a Robles

Casi 3.300 militares y 157 vehículos han participado en una parada militar que no ha tenido el tradicional desfile aéreo.

Casi 3.300 militares y 157 vehículos han participado en una parada militar que no ha tenido el tradicional desfile aéreo.
El desfile del DIFAS, en imágenes

Los Reyes de España se han dado este sábado un baño de masas en la ciudad de Oviedo, tan íntimamente relacionada con la Monarquía, con motivo de la celebración del acto central del Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS). Los gritos de "Viva el Rey" o el "Viva los Reyes" han sido una constante durante toda la mañana, que se han unido también a algunos giros halagadores que tenían como destino único a Doña Letizia.

Una cálida acogida que también han recibido los militares que han participado en la parada militar con la que tradicionalmente se suele celebrar este día conmemorativo, que han tenido lugar en una ciudad cuyas calles llevan desde hace varios días engalanadas con multitud de banderas de España, que ondeaban al viento en numerosos balcones. Hasta la climatología se ha unido a la comunión perfecta entre Reyes, Fuerzas Armadas y ciudadanos de Asturias.

La situación fue totalmente diferente para la ministra de Defensa, Margarita Robles, que recibió una sonora pitada y muchos abucheos cuando el público la vio acercarse a la zona donde debía esperar al Rey. Se llegó a escuchar incluso algún grito de "¡Robles dimisión!" provinientes de algunos de los balcones de la calle Hermanos Menéndez Pidal.

El acto central del DIFAS ha comenzado unos minutos después del mediodía, con la llegada de los Reyes de España a la Tribuna Real, ubicada frente a los Jardines de Villa Magdalena. Allí han sido recibidos por Margarita Robles; la cúpula militar, encabezada por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general de Ejército Teodoro López Calderón; y diversas autoridades locales como el presidente de Asturias, Adrián Barbón.

También han estado presentes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la secretaría de Estado-directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro; la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcárcel; el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, o el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; así como diversas autoridades locales y autonómicas.

Una vez el Monarca en la Tribuna Real, y tras los honores militares, se ha procedido al descenso de la bandera de España, de 15 kilogramos de peso y 54 metros cuadrados, por parte de la PAPEA (Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire). El encargado ha sido el cabo primero Miguel Antonio Gómez Rivas, que acumula más de 6.500 saltos en su haber, al que ha hecho de guía el cabo primero Eduardo Perruca Espinosa.

Izada y homenajeada la enseña nacional, se ha dado paso entonces a un sentido y emotivo homenaje a todos los militares de todos los tiempos caídos por España. Un momento que han protagonizado los acordes de La muerte no es el final y que ha concluido con la primera pasada prevista de la Patrulla Águila del Ejército del Aire por el cielo de la capital asturiana, en el que ha dejado los colores de la bandera de España.

Se ha iniciado a continuación el desfile terrestre, pues este año el desfile aéreo se ha movido a la exhibición aeronaval de Gijón que se celebró ayer, que se ha abierto la sección de motos de la Casa Real, tras la cual han aparecido el mando del desfile, a cargo del General Jefe de la Brigada Galicia VII del Ejército de Tierra, la unidad de veteranos de las FAS y la Guardia Civil y representantes de las asociaciones de discapacitados y reservistas voluntarios.

En las calles de la capital asturiana han entrado en escena entonces los vehículos de cadenas del Ejército de Tierra, entre los que han destacado los carros de combate Leopardo 2E, los vehículos de combate Pizarro, los obuses autopropulsados ATP-155 o Vehículo de Combate de Zapadores (VCZAP) Castor, una de las grandes novedades del desfile en lo que a material se refiere, y del que se han recibido las primeras seis unidades este mismo año 2024.

Tras su paso, han aparecido los primeros vehículos a ruedas, como los URO VAMTAC en diferentes configuraciones (con misil contracarro Spike, porta carga con un RPAS Scan Eagle, con ametralladora pesada…), los Piraña de la Infantería de Marina, y diversos vehículos de especialidades de la Guardia Civil como motocicletas del Seprona, un blindado LMV Lince de los GAR, patrullas o Seguridad Ciudadana o un vehículo con lancha de los GEAS.

El siguiente grupo de vehículos pertenecía a la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha dado paso al escalón motorizado del Ejército de Tierra, con varias variantes de los blindados URO VAMTAC (misiles Mistral, trasmisiones, operaciones especiales o portamorteros de 81mm Soltam), blindados LMV Lince, VEC Centauro, antiminas Husky, mulas mecánicas paracaidistas u obuses remolcados de 155/52.

Desfilados los 157 vehículos, ha tocado el turno de las unidades a pie, con la aparición en escena con una agrupación de la Guardia Real, que incluía efectivos de la compañía Monteros de Espinosa, a la que han seguido los estandartes de todas las unidades militares que han participado en el desfile, dando paso a la agrupación de la Armada, que ha incluido una compañía mixta de marinería y una compañía mixta de dos escuelas de especialidades.

La agrupación del Ejército del Aire y el Espacio ha estado compuesta por una escuadrilla mixta de paracaidistas del Escuadrón de Apoyo al Despliegue (EADA) y una escuadrilla de alumnos de la Academia General Militar (AGA). Acto seguido, han desfilado una compañía de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) de la Guardia Civil, una compañía de alumnos del Colegio de Guardias Jóvenes del Instituto Armado y una compañía de la UME con tres guías caninos.

La agrupación representativa del Ejército de Tierra ha estado formada por dos compañías del Batallón de Infantería Protegida Toledo II/3, por una compañía de Cazadores de Montaña del Regimiento de Infantería Galicia 64, y una compañía de fuerzas paracaidistas. Así se cerraba la parte del desfile terrestre de unidades que van al paso tradicional, que es de 124 pasos por minuto.

Tras ellos, ha tocado el turno a las unidades con una cadencia específica. Con un rapidísimo ritmo de 160 pasos por minuto lo han hecho los militares del Tercio Gran Capitán de La Legión, acompañado por su mascota, un borrego macho de dos años llamado Baraka. Y después ha aparecido en escena el Grupo de Regulares de Ceuta número 54 (Tabor Tetuán), que destaca por su cadencia de paso lenta (80 pasos por minuto) y por su llamativa vestimenta.

La parada militar ha enfilado su recta final con la aparición en escena de la Sección Hipomóvil de la Batería Real de la Guardia Real, cuyos llamativos caballos hispano-bretones tiraban de piezas Scheneider del calibre 75/28 del año 1.906. Después, un escuadrón de Sables de la Guardia Civil perteneciente a la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS). La segunda pasada por el cielo de la Patrulla Águila ha dado por finalizado el acto central del DIFAS.

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