Llega el día más temido por Pedro Sánchez. Pese a sus incansables esfuerzos por no declarar verbalmente y esconderse tras una respuesta por escrito, el juez Peinado tiene claro que quiere escuchar las explicaciones del presidente del Gobierno sobre un largo listado de hechos que apuntan a un tráfico de influencias difícilmente explicable sin, no ya la autoría de Begoña Gómez, sino, al menos, el conocimiento del hombre con más influencia en el Ejecutivo: Pedro Sánchez.
Los hechos anotados en el sumario que elabora el juez se han confirmado en las testificales de Carlos Barrabés (empresario y amigo de la mujer del presidente que montó el máster y recibió dos cartas de recomendación de la mujer del presidente para mejorar su posición en los concursos públicos) y Joaquín Goyache (rector de la Complutense que impulsó la cátedra de Begoña Gómez pese a carecer de titulación universitaria oficial alguna). Ambos empezaron su paso por el Juzgado 41 de Plaza de Castilla como testigos y ahora se encuentran imputados.
Y los hechos que se desprenden o confirman fruto de sus declaraciones son, en resumen, los siguientes:
En primer lugar, el rector Goyache ha admitido ya que negoció en La Moncloa y a llamada de una secretaria de la sede, la cátedra de Begoña Gómez. Goyache llegó a tal relación con la mujer del presidente del Gobierno que se quedó con su número de móvil. La relación fructificó hasta el punto de que el vicerrector Doadrio ya ha señalado que "a finales de septiembre" recibió la llamada de Goyache para encargarle "el máster de la mujer del presidente". Y todo ello ha sido testificado bajo pena de imputación por perjurio en caso de mentir.
En segundo lugar, resulta curioso certificar en esas testificales que el mecanismo de contacto fue el mismo con Carlos Barrabés: se citó en Moncloa hasta 8 veces con Begoña Gómez y en dos de ellas apareció Sánchez. La testifical del empresario, además, certificó que se habló de "innovación". Y hay que recordar que la principal empresa de Barrabés se dedica a la consultoría en esa materia. De hecho la citada sociedad se llama Innova Next.
Por su parte, Barrabés tuvo esos encuentros en 2020. Y ese año es justo el de las cartas de recomendación firmadas por Begoña Gómez en favor de las empresas de Barrabés y elaboradas con el propósito de mejorar la posición de esas firmas en los concursos públicos. Las cartas se firmaron en julio de 2020.
El propio Pedro Sánchez, por su parte, publicitó al Grupo Barrabés en enero de 2021 en un acto público. Lo hizo después de los encuentros y de la elaboración de las carta de recomendación. Pero lo hizo en una cita a la que no faltaron empresarios y oportunidades de negocio para el hombre que impulsó y elaboró el máster de Begoña Gómez.
Otro hecho llamará la atención del juez: Barrabés consiguió en 2021 disparar por 141 veces el importe de dinero de sus concursos públicos ganados por medio de una de sus sociedades: Innova Next, justo la citada previamente. Pasó de menos de 90.000 euros en concursos públicos a casi 12,7 millones de euros. Y lo hizo justo después de las cartas de recomendación.
La acusación de Manos Limpias, por su parte ya ha señalado un hecho de difícil explicación: la fórmula de los concursos ganados investigados y ganados por Barrabés rebajaba la calificación de los competidores mientras elevaba la de la firma del amigo de la mujer del presidente. Para colmo, los informes de los concursos públicos se referían a Barrabés como modelo ejemplar para justificar las notas negativas de los competidores. Así ocurrió en 17 informes de valoración. Pero lo más inexplicable de todo es que lo hicieron antes incluso de haber visto el proyecto de Barrabés: porque se evaluó en la posición 18 y previamente las otras 17 tuvieron anotaciones sobre Barrabés en sus informes de valoración. ¿Cómo pudieron compararse con una opción que no se había analizado?
Además, la Complutense ha certificado en un informe de sus servicios legales los indicios de apropiación indebida del software que se quedó Begoña Gómez. Y todo ello ocurrió sin que, hasta el momento, se hubiese denunciado irregularidad alguna por parte de la Universidad.
La complutense, además, ha certificado la negativa a colaborar de Begoña Gómez en ese mismo escrito. La misma universidad del rector que visitó Moncloa para elaborar la cátedra.
Begoña Gómez, por su parte, se ha negado a contestar ni a una sola pregunta en sede judicial. Lo mismo que ha hecho con el escrito de la Complutense, que le reclamó información sobre cerca de 100.000 euros en facturas cargadas sin respuesta alguna por parte de la mujer del presidente del Gobierno. ¿No le comentó nada Begoña Gómez a su marido, pese a haberse reunido con Barrabés -impulsor del máster de su mujer-?
Todo ello se suma a los negocios de Begoña Gómez con la Organización Mundial de Turismo a la que Sánchez regaló una sede de más de 9.000 m2 en la mejor zona de Madrid por 75 años con un regalo adicional de 24,4 millones en reformas. Lo mismo que se suma al rescate de Globalia en el que no quiso ausentarse Sánchez del consejo de ministros pese a que su mujer -de la mano del comisionista de la trama Koldo-PSOE, Víctor de Aldama- mantuvo reuniones en la sede del grupo empresarial antes y después de diseñar el mecanismo de ayuda pública. Y lo mismo que se suma a la creación de la sociedad Wakalua -impulsada por la OMT y Globalia- que patrocinó el Africa Center de Begoña Gómez o las negociaciones de la mujer del presidente sobre "colaboraciones" con Ghana, Kenia o los contactos con Marruecos y el APD Maroc.