¿Es el 'cambio climático'? Las cinco mayores gotas frías que ha sufrido España en el siglo XX

La DANA que ha asolado diferentes territorios de nuestro país y ha dejado más de 200 muertos –casi todos ellos en Valencia— no es la única catástrofe que ha tenido que afrontar España. En consecuencia, este suceso pasa a la historia como uno de los acontecimientos más oscuros recientes de España. Por desgracia, no es la única gota fría que ha arrasado poblaciones y dejado víctimas mortales.

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Gran Riada de Valencia (1957)

La Comunidad Valenciana, por razones orográficas, siempre ha estado en el punto de mira de las diferentes tormentas que han creado inundaciones en España. De hecho, en 1957, la Riada que sufrió Valencia castigó mucho la región en buena medida gracias a las lluvias anteriores en la región, que habían saturado el suelo, lo que aumentó la capacidad de desbordamiento de los ríos. En cuanto a las precipitaciones, se registraron más de 300 litros por metro cuadrado en Valencia.

Se produjeron inundaciones masivas ya que los ríos Turia y Jardín se desbordaron, inundando la ciudad y alrededores. En cuanto a víctimas mortales, 300 personas perdieron la vida. En base a eso, la gota fría se llevó por delante miles de infraestructuras: la riada infligió daños severos a miles de viviendas, puentes, carreteras y otras infraestructuras.

Como consecuencia de la tragedia, se llevaron a cabo unos proyectos para canalizar el río Turia. Gracias a estas obras, Valencia capital ha podido enfrentar la DANA de 2024 sin ningún daño y pérdida humana. Esto demuestra la importancia de una planificación urbana y de infraestructura adecuada para combatir los desastres naturales. El desastre de Valencia deja en evidencia al Gobierno, que se ha dedicado a destruir cientos de presas y embalses por políticas climáticas en lugar de impulsar más infraestructuras.

Riadas del Vallès (1962)

Esta gota fría generó lluvias torrenciales superando los 400 litros por metro cuadrado, principalmente en las cuencas del río Llobregat y Besós. Estas precipitaciones intensas causaron inundaciones severas en el Vallès y Barcelona. Las cifras de fallecidos varían, pero se estima que entre 600 y 1.000 personas perdieron la vida, lo que lo convierte en uno de los desastres naturales más mortales en la historia de España.

Además de las pérdidas humanas, las inundaciones causaron graves daños materiales, destruyendo viviendas, negocios y cultivos. La devastación fue tal que se necesitó un gran operativo de rescate y ayuda humanitaria.

La riada de Murcia (1973)

Esta riada afectó gravemente a la ciudad y sus alrededores. Lluvias torrenciales donde el agua alcanzó los 15 metros en algunas zonas. Un devastador episodio que causó al menos 150 muertos y medio centenar de desaparecidos. En algunas áreas de la región, se registraron precipitaciones entre 200 y 400 litros por metro cuadrado en cuestión de horas, lo que desbordó el río Segura y Mule.

Las inundaciones resultantes afectaron gravemente a la ciudad de Murcia y localidades cercanas. Viviendas y negocios fueron destruidos. La situación llevó a la evacuación de muchas personas, y se reportaron serios daños en la infraestructura pública.

La pantanada de Tous de octubre de 1982

La Comunidad Valenciana sufrió otro grave encuentro con la gota fría. Este fenómeno meteorológico fue provocado por la interacción de aire frío en altura y aire cálido y húmedo del Mediterráneo, lo que derivó en precipitaciones extremas.

El embalse de Tous, ya al límite de su capacidad, se desbordó debido a intensas lluvias que dejaron hasta 600 litros por metro cuadrado en algunas zonas. Las localidades cercanas, como Beneixida, Alzira y Carcaixent, fueron inundadas, lo que provocó evacuaciones masivas de los residentes. La tragedia dejó un saldo de 40 víctimas mortales y causó daños materiales importantes. Las pérdidas económicas fueron incalculables.

Gota Fría de Bilbao (1983)

Bilbao fue golpeada por una severa riada en agosto de 1983. El suelo, ya saturado por lluvias anteriores, aumentó el riesgo de desbordamientos. Como consecuencia, en menos de 24 horas, algunas áreas de Vizcaya registraron entre 150 y 200 litros por metro cuadrado. Esto llevó al desbordamiento de la ría del Nervión, inundando las calles de Bilbao y alcanzando niveles de agua de hasta 5 metros en algunas zonas.

La tragedia dejó un saldo de 34 fallecidos y decenas de desaparecidos. Las inundaciones causaron daños irreparables en Bilbao afectando a miles de hogares y dejando huella en la ciudad del norte de España.

Conclusiones

Por todo ello, la cuestión no es menor, España enfrenta un problema significativo con las lluvias torrenciales que se han llevado por delante las vidas de miles de ciudadanos. El Gobierno de Sánchez queda señalado al destruir cientos de presas y embalses que en múltiples ocasiones han frenado desastres mayores. La historia ha enseñado que es necesario llevar a cabo proyectos de infraestructuras que protejan las diferentes regiones de las inclemencias meteorológicas y salven vidas, especialmente en el este de España.