Ser catalán según la CUP: "En Cataluña, tirar piedras a los mossos y quemar contenedores es un hecho cultural propio"

"En Cataluña, tirar piedras a los mossos y quemar contenedores es un hecho cultural propio. Enhorabuena a la comunidad musulmana de Salt. Sois un ejemplo". Son las palabras que reprodujo Laura Fernández Vega, diputada de la CUP, en la sesión plenaria del Parlament del pasado miércoles. El autor es en realidad un guionista y humorista llamado Manel Vidal, referente del género "Puta Espanya".

La diputada de la CUP admitía que en vez de seguir la sesión estaba escuchando un programa de la emisora Rac 1 donde colabora Vidal y lanzaba la proclama sobre el apedreamiento de policías. "Y añadiré otro hecho cultural propio, el de defender los derechos, el derecho a decidir en un referéndum o el derecho a la vivienda por encima de las leyes injustas. Eso son hechos culturales propios", proseguía.

La apología de la violencia contra los Mossos y la identificación como un rasgo genuino de la catalanidad han ocasionado airadas reacciones por parte del PP, Vox y Aliança Catalana, el partido separatista al que tanto temen Junts y Puigdemont. Los portavoces de estos partidos denuncian la banalización de la violencia, el señalamiento de los Mossos y la potencial peligrosidad de este tipo de declaraciones que pueden incitar al odio contra los agentes.

Doble rasero

También denuncian el doble rasero de la presidencia del parlamento autonómico, que ejerce el indultado Josep Rull, de Junts, y quien destaca por amonestar constante y sistemáticamente a la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, por comentarios que juzga racistas mientras no hace acotación alguna en discursos como el de la diputada Vega.

Los sindicatos de los Mossos d'Esquadra también han mostrado su malestar. No así la Consejería de Interior, que dirige la exalcaldesa de Santa Coloma de Gramenet Núria Parlon. Tampoco constan declaraciones del director general de la Policía, el mayor Trapero. Se ciñen a las instrucciones de Illa, consistentes en no hacer o decir nada que pueda levantar las suspicacias de Puigdemont y la CUP, que ejercen de representantes del independentismo puro, irredento y unilateralista.

La nueva catalanidad definida por un humorista que fue despedido de TV3 por un chiste sobre el PSC en el que equiparaba a los votantes socialistas con los nazis es la que se difunde en las glosas sobre el 1-O, el procés y los disturbios tras la sentencia del Tribunal Supremo de los medios públicos y de la mayoría de los privados. "Tirar piedras a la policía y quemar contenedores" se ha convertido en la "evolución" del "es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña y quiere serlo" de cuando Jordi Pujol quería borrar el rastro racista de sus consideraciones sobre "la inferioridad del hombre andaluz".