Cándido Conde-Pumpido se ha envuelto con la bandera del Tribunal Constitucional: "Cuestionar al TC es cuestionar la Constitución".
Conde-Pumpido ha participado este lunes en un desayuno informativo en el Ateneo de Madrid unas horas antes de que el Pleno del Tribunal Constitucional celebre este martes un debate sobre las maniobras efectuadas por el propio Conde-Pumpido para intentar bloquear la presentación de una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra la sentencia del TC que indultó de forma encubierta a los condenados por el caso de los ERE del PSOE de Andalucía.
El presidente del TC ha afirmado que el asunto de la Audiencia de Sevilla es "controvertido y de actualidad. Desde el TC respetamos la autonomía de cualquier órgano jurisdiccional que quiera tomar una decisión con todo nuestro respeto. Hemos convocado un debate interno ante un asunto novedoso que puede afectar a la Constitución y a nuestra jurisdicción. Al ser debate jurídico, es una reflexión interna del tribunal y no se va a adoptar una resolución".
"Respetamos la doctrina del Tribunal de Derechos Humanos. Esa reflexión no afecta a la cuestión prejudicial entre la Audiencia de Sevilla y el TJUE. Tenemos que esperar a ver si la cuestión se plantea, se admite a trámite y luego ver si existe algún conflicto constitucional", añadía.
Conde-Pumpido ha afirmado que "todos los poderes responden ante el TC, incluyendo el Tribunal Supremo y deben estar sometidos a la Ley de leyes que es la Constitución Española. Desde su fundación en 1980 en papel del TC ha sido decisivo entres juez de las leyes, juez de los conflictos y juez de las garantías constitucionales. También es juez de los derechos fundamentales por eso se ha denominado el guardián de la libertad".
"Como juez de la constitucionalidad de las leyes, resuelve conflictos políticos con argumentos jurídicos. Los doce miembros en el Tribunal tiene la potestad de anular leyes que han sido aprobadas democráticamente pero que son inconstitucionales. Es un contrapoder, el TC ejerce el control jurisdiccional de las Leyes. Debemos tener prudencia y deferencia y desempeñamos una labor difícil e incomprendida como árbitros. Debemos enfrentarnos a fuerzas y corrientes de opinión muy poderosas para defender la Constitución", apuntaba.
"Los magistrados del TC son nombrados por consenso de tres quintos. No puede haber ningún partido sin árbitro. Una vez que los miembros del TC son elegidos por poderes del Estado, no hay intervención gubernamental alguna, ni de ningún otro poder del Estado". El TC está solo, no tiene quién le defienda", subrayaba.
"Hay críticas al TC desde esos poderes que han elegido a sus componentes se cuestione la legitimidad o la imparcialidad del Constitucional, descalificar la composición del TC, es descalificar la Constitución. La Constitución ha sido un marco de convivencia, que ha permitido la alternancia. La sumisión de la política al derecho genera críticas o descalificaciones cuando no se resuelve en función de sus intereses. El poder es el que debe someterse a la razón", señalaba.
"Cuestionar al TC es cuestionar la Constitución, cuestionar el sistema democrático. EL tribunal está funcionando bien internamente. Todos los magistrados tienen una gran experiencia. El tribunal se ha puesto al día. Dictamos sentencia con un tiempo razonable. La polarización de la sociedad española se transmite contra el TC", insistía.
El presidente del TC también ha confirmado que el tribunal espera resolver los recursos contra la Ley de amnistía del 1-O del Gobierno de Pedro Sánchez "antes del verano".
El TC "tiene inmunidad"
Sobre las críticas, ha afirmado que "es sorprendente. La critica es bien recibida, sobre todo la jurídica. Hemos leído amenazas penales en los medios de comunicación contra los magistrados en referencia a la posibilidad del TS de querellarse contra el TC". "El Supremo en sus últimas resoluciones han dicho que el delito de prevaricación no puede ser utilizado contra magistrados del TC. El articulo 22 establece una inmunidad. No puede ser perseguido por lo que digan en sus resoluciones", aseveraba.
"España es una democracia consolidada donde ha funcionado la alternancia política. La Democracia ha vencido los tres mayores peligros, el golpe militar de 1981, la acción armada del terrorismo de ETA derrotada por la acción conjunta de los tres poderes del Estado. En tercer lugar, un acción secesionista que quiso desmembrar el Estado con el referéndum del 1 de octubre de 2017 y que fue superada y vencida a la fortaleza de nuestras instituciones y a la aplicación del artículo 155", concluía.
Póngase en contacto con nosotros en investigacion@libertaddigital.com