El club responsable de los menores judíos desalojados denuncia a Vueling por su "brutalidad" e "injustificada" actuación

Continúa la guerra de declaraciones y comunicados de un incidente que ha desembocado en un conflicto internacional. Tras las primeras denuncias por parte del grupo de adolescentes judíos franceses y sus familias, que fueron desalojados por la tripulación de Vueling en Valencia por cantar en hebreo, y una de cuyas responsables fue detenida en la terminal, y la respuesta de Vueling, dando una versión radicalmente distinta de los hechos sucedidos —acusando al grupo de menores de poner en peligro la seguridad del vuelo—, llega ahora la denuncia del Club Kineret, la asociación responsable organizadora del campamento cultural.

Club Kineret ha presentado una denuncia contra la aerolínea Vueling tras el desembarco forzoso de 44 niños y 7 monitores que debían haber partido con destino al aeropuerto de París-Orly el miércoles 23 de julio, recogido en un comunicado con membrete del gabinete de abogados Jacob de París, del que se hace eco Enfoque Judío. En el mismo desmiente "formal y categóricamente" cualquier afirmación de la compañía aérea que sugiera que los menores bajo su tutela hubieran provocado incidentes a bordo. "Los hechos son claros, graves, establecidos y corroborados por múltiples testimonios", se afirma en el comunicado.

Según el bufete de abogados, el Club sostiene que el grupo fue expulsado del avión por decisión del comandante del vuelo sin una explicación válida. Estos niños "estaban sentados en su sitio, respetuosos con las normas y con el personal", y añade: "Ningún incidente, ninguna amenaza, ningún comportamiento inapropiado fue señalado" por parte del personal de la aerolínea.

En contra de la versión de Vueling, Club Kineret señala que testimonios de pasajeros independientes y ajenos al campamento cultural confirmarían la ausencia total de comportamientos inadecuados por parte de los adolescentes judíos: "Varios pasajeros independientes presentes en el avión han redactado declaraciones escritas confirmando que los menores no representaban ningún problema para el orden público ni para la seguridad del vuelo".

En opinión del Club Kineret la escena que se produjo dentro del avión fue "de una brutalidad rara, injustificada y manifiestamente marcada por la parcialidad" y denuncian la intervención "brutal" de las fuerzas del orden españolas que habrían dejado al grupo de adolescentes sin acompañamiento, sin atención, sin alojamiento y sin comida tras su desalojo. Y destacan que el único factor que une a todos los menores es su identidad visible como judíos, pues "algunos niños llevaban una kipá, otros símbolos identitatrios judíos (Estrella de David)".

Concluyen que "el uso de algunas palabras en hebreo fue visiblemente suficiente para desencadenar una medida de extrema gravedad, colectiva, humillante y discriminatoria". Dado que no existe "otra circunstancia" que pueda "explicar el tratamiento infligido" al grupo de niños, deducen "el carácter profundamente discriminatorio y potencialmente antisemita de este acto colectivo de rechazo y de humillación pública".

Por todo lo anterior, el Club Kineret califica la medida adoptada por la tripulación de Vueling y apoyada por la autoridades policiales de "injustificable, degradante y potencialmente ilegal" y anuncia la apertura de acciones judiciales contra Vueling y "toda autoridad implicada", al tiempo que alertará a organizaciones defensoras de los derechos de la infancia y de lucha contra el antisemitismo.

Además, exigen "la apertura inmediata de una investigación independiente, completa y transparente, el reconocimiento oficial de los hechos, disculpas públicas de la compañía implicada, así como garantías concretas para que prácticas como esta no se repitan jamás". Y concluye: "La banalización de la humillación pública de menores identificados por su pertenencia religiosa constituye una deriva inaceptable", porque "no se trata solo de un acto discriminatorio: es una señal profundamente inquietante para la seguridad de todos los pasajeros judíos en Europa".

Nuevo comunicado de Vueling

En respuesta a la demanda del Club Kineret, Vueling ha emitido un nuevo comunicado en el que reitera su versión de los hechos: que la expulsión de los adolescentes judíos fue motivada por razones de estricta seguridad, lo que contrasta con los testimonios no sólo de los menores expulsados del avión sino de otros testimonios de viajeros ajenos al campamento.

En este segundo comunicado, la aerolínea detalla comportamientos de los adolescentes como "intentos de coger los chalecos salvavidas, manipular las máscaras de oxígeno situadas en el techo y retirar el cilindro de oxígeno de alta presión". También explica que la tripulación emitió advertencias progresivamente más contundentes, en las que también intervino el primer oficial, que mantuvo un diálogo con los adolescentes y con los adultos responsables del grupo, pese a lo cual "el comportamiento persistió".