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Moncloa fabrica su milagro climático: las Tablas de Daimiel, del desastre al paraíso en 72 días

Del "estado crítico" al "hervidero de vida" en 72 días: la asombrosa metamorfosis de Las Tablas de Daimiel según el Gobierno.

Las Tablas de Daimiel, uno de los atractivos turísticos en las cercanías de Almagro. | C.Jordá

Apenas dos meses después de que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) advirtiera que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel se encontraba en "deterioro crítico" por su situación hidrológica, el mismo organismo proclama ahora que el humedal vive su mejor momento en décadas.

Entre mayo y agosto, el drama ecológico se ha transformado, oficialmente, en un paraíso para las aves. Un cambio tan súbito que obliga a preguntarse: ¿milagro natural o narrativa política?

Situado en la provincia de Ciudad Real, este parque nacional —único representante del ecosistema de tablas fluviales en España— es un mosaico de aguas, carrizales y praderas inundadas que depende del encuentro entre los ríos Guadiana y Cigüela. Reconocido como Reserva de la Biosfera, alberga hábitats clave para aves acuáticas en peligro crítico y su equilibrio hídrico lo convierte en un termómetro ambiental de la región.

Mayo: titulares para echarse a temblar

El 27 de mayo de 2025, el Consejo de la Red de Parques Nacionales hacía público un informe de su Comité Científico que dibujaba un escenario desolador. Expresiones como "estado de conservación desfavorable" y "ecosistema no representativo" no dejaban lugar a interpretaciones amables.

Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF exigieron medidas urgentes ante lo que consideraban una degradación irreversible si no se abordaban cambios estructurales.

En los días siguientes, la cascada de titulares dejó claro el impacto del informe:

Agosto: del lamento al júbilo

El 7 de agosto de 2025, el mismo MITECO anunciaba el mejor censo de aves nidificantes desde 1980:

Entre las ardeidas, destacan la garza imperial (50-55 parejas) y la garceta grande (52-57 parejas), junto a la recuperación de la garcilla cangrejera y bueyera. También 1.300 fumareles cariblancos, 330-350 zampullines cuellinegros y 180-195 somormujos lavancos.

El parque mantiene 19 ejemplares del escribano palustre iberoriental, en situación crítica de extinción. Para el MITECO, estos datos reafirman que, con agua suficiente, Las Tablas vuelven a ser un hervidero de vida.

Entre la urgencia y la euforia

El contraste entre el tono apocalíptico de finales de mayo y el triunfalismo de agosto plantea un dilema: o la naturaleza ha protagonizado la recuperación más rápida de la historia reciente, o la comunicación institucional selecciona los datos según la foto que quiera proyectar.

Porque si en mayo se advertía de un colapso inminente y en agosto se celebra un récord histórico, las dos versiones no pueden ser igualmente ciertas.

¿Qué dicen los datos?

En Castilla-La Mancha, entre enero y mayo de 2025 —cuando el Ministerio hablaba de "deterioro crítico"— apenas se acumularon 125 mm de lluvia, un 38 % menos de lo habitual. En agosto, tras el supuesto "milagro", el acumulado era de 152,9 mm, todavía un 35 % por debajo de la media regional.

A nivel peninsular, los boletines hidrológicos muestran un ligero superávit, pero concentrado en otras zonas y sin lluvias excepcionales en el entorno de Las Tablas.

Conclusión: el salto de la catástrofe a la abundancia de aves no encaja con la evolución real de las precipitaciones, pero sí con la narrativa oportunista a la que nos tiene acostumbrados el Gobierno de Sánchez.

¿Con qué relato nos quedamos?

La pregunta queda en el aire: ¿es este un ejemplo de gestión ambiental ejemplar o de narrativa política ajustada a calendario?

Lo único seguro es que, en Las Tablas de Daimiel, las aves han tenido un año extraordinario. Y que, para los ciudadanos, lo extraordinario es ver cómo la misma institución puede pasar del lamento al aplauso en solo 72 días.

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