Burgo del Ebro, un pueblo de la provincia de Zaragoza de poco más de 2.000 habitantes, estaba celebrando este jueves el pregón de bienvenida a las fiestas patronales en un acto que, como todos los años, se celebraba en el balcón del Ayuntamiento.
Sin embargo, en esta ocasión el acto tuvo un desarrollo o al menos un momento muy diferente. Todo ocurrió cuando los vecinos empezaron con el grito que está convirtiéndose en la melodía más repetida del verano en España, el ya más que famoso "Pedro Sánchez, hijo de puta".
Sin embargo, y pese a que el cántico ha arrasado en prácticamente toda España, al alcalde de El Burgo del Ebro –el socialista Vicente Royo Martínez– no le gustó nada que sus vecinos le recordaran al líder de su partido, cogió el micrófono y respondió, sin demasiada buena fortuna, eso sí.
"No vamos a mezclar churras y merinas porque a mí también me gusta la fruta", dice Royo Martínez apropiándose de la fórmula que uso en su momento Ayuso para lo que parece un insulto a sus vecinos. Un insulto que al menos una buena parte de ellos entiende a la perfección por sus gritos de protesta.
Vicente Royo Martínez es alcalde desde 2019 y logró un éxito importante en las últimas elecciones municipales, de 2023, cuando obtuvo el 54,3% de los votos y una amplia mayoría en el ayuntamiento, con siete concejales de once.


