El número de personas que ha sufrido algún delito en su vivienda habitual sigue una tendencia ascendente desde la pandemia, según los datos recogidos en la Encuesta de Victimización de Barcelona 2025. En 2024, el 4 % de los barceloneses fue víctima de un hecho delictivo en su domicilio, frente al 3 % que lo había sido en 2020, lo que supone un incremento del 33 % en el periodo analizado.
El estudio, elaborado por la Oficina Municipal de Datos, recoge información sobre delitos como robos con fuerza, intentos de intrusión o accesos sin consentimiento en la vivienda. El análisis distingue entre hechos consumados y no consumados, e incluye tanto las residencias principales como segundas viviendas.
Evolución desde 2020: más robos tras la pandemia
Los datos muestran que la victimización en el ámbito del domicilio se ha incrementado de forma sostenida desde el año 2020:
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2020: 3,0 %
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2021: 3,5 %
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2022: 4,0 %
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2023: 4,7 %
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2024: 4,0 %
Aunque el dato de 2024 presenta una ligera caída respecto a 2023, el nivel sigue siendo significativamente superior al de hace cinco años. El informe relaciona este aumento con la vuelta progresiva a la normalidad tras la pandemia y la mayor movilidad, lo que ha facilitado la reincidencia de delitos contra el domicilio.
Distritos más afectados y perfil de víctimas
Los datos por distritos no se publican de forma desagregada específicamente para este ámbito, pero el estudio sí indica que las viviendas situadas en barrios con alta densidad poblacional o más rotación residencial presentan una mayor exposición a este tipo de hechos.
En cuanto al perfil de las víctimas, las personas de entre 30 y 64 años son las más afectadas, al concentrar el mayor número de hogares con actividad regular. La victimización en el domicilio es menos común entre los mayores de 65 años, aunque cuando ocurre, genera una percepción de inseguridad más intensa.
Baja denuncia y fuerte impacto psicológico
El índice de denuncia en los delitos contra el domicilio es superior al promedio general, con más del 40 % de los casos comunicados a la policía, especialmente cuando hay signos de acceso forzado o pérdidas materiales.
Además, la encuesta constata que los delitos sufridos en el domicilio generan un mayor impacto emocional, ya que afectan directamente al espacio privado y percibido como seguro.
"Los hechos delictivos que tienen lugar en la vivienda habitual tienen un impacto especial en la percepción de seguridad de las víctimas, que tienden a valorar de forma más negativa su entorno inmediato."
Segunda residencia: más delitos, pero menos comunes
La encuesta también recoge los delitos sufridos en segundas residencias, que afectan al 1,3 % de los encuestados. Aunque el índice es bajo, ha crecido respecto a 2023 (0,8 %) y 2022 (0,8 %), en un contexto en el que muchos propietarios no tienen presencia constante en la vivienda, lo que incrementa la exposición a robos o vandalismo.