
La negativa del PP a facilitar la presencia de Vox en la Mesa del Congreso ha tenido como consecuencia que la cuarta fuerza política, Sumar, cuente con dos puestos en el órgano que rige la vida parlamentaria, mientras que la tercera por votos y número de escaños, Vox, ha quedado fuera del mismo. La decisión de Feijóo de dejar fuera a Vox, una vez constató que la candidata a la presidencia de Sánchez iba a obtener la mayoría absoluta, tiene una derivada necesaria en la política murciana, cuyo Gobierno regional es el único que queda sin constituir dos meses y medio después de celebrarse las elecciones autonómicas y municipales.
López Miras, que sigue sin convocar personalmente al líder de Vox en Murcia para abrir negociaciones de cara a su investidura, se mantiene enfeudado en su posición de reclamar la abstención de los diputados conservadores a cambio de un acuerdo político y la cesión de determinados cargos institucionales. El presidente murciano en funciones en ningún caso permitirá la entrada de consejeros de Vox en su Gobierno, una circunstancia que para los de Abascal esteriliza cualquier esfuerzo negociador porque entienden que sus votantes, el 18%, merecen estar representados en el Ejecutivo regional.
Si las posiciones permanecían muy alejadas de partida, desde este jueves están directamente en las antípodas de la política tras el rechazo del PP a dar entrada a Vox en la Mesa del Congreso cediéndole los votos necesarios. A partir de este hecho ambos partidos refuerzan sus posiciones de bloqueo en Murcia, lo que tendría como consecuencia la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas.
En Vox Murcia están convencidos de que habrá repetición electoral, porque Feijóo no va a permitir a López Miras llegar a un acuerdo con los de Abascal que él mismo ha bloqueado en la primera ocasión que se ha producido tras las elecciones generales. La obediencia de López Miras a los mandatos de Génova, a pesar de que en el PP defienden la autonomía del partido en Murcia para gestionar las negociaciones de investidura, haría imposible un acuerdo que, en última instancia, no depende de él, sino de las necesidades estratégicas de Núñez Feijóo en el plano nacional.
López Miras tiene hasta finales de agosto para levantar el teléfono y llamar a José Ángel Antelo, presidente de Vox en Murcia, si quiere ser investido presidente. En caso contrario, el próximo 7 de septiembre acabará el plazo oficial para celebrar la investidura y Murcia se verá abocada a la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas, que tendrían lugar el próximo 25 de octubre.

