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Rajoy tendrá que responder sobre Bárcenas ante Merkel

Moncloa trabaja en la comparecencia conjunta con la canciller alemana, que será complicada. En el PP creen que el presidente estuvo acertado.

El presidente mantendrá este lunes uno de los despachos más importantes del curso político en marcha. En condiciones normales, ya llevaríamos días hablando del encuentro. Mariano Rajoy aterriza en Berlín para reunirse con Angela Merkel en vísperas de un Consejo Europeo decisivo, en el que -ni más ni menos- se deberían de aprobar los presupuestos comunitarios para los próximos años. Las diferencias entre ambas naciones son, de momento, muchas. Además, y de forma pública, España le ha pedido formalmente a Alemania que arrime más el hombro, con políticas "expansivas", para reactivar la economía mientras que los países a la cola aúnan esfuerzos para cumplir con los objetivos de déficit.

El envoltorio de la cita también pone en evidencia el calado de la misma. No es una reunión más, sino una "cumbre bilateral" a la que acuden cuatro ministros, todos ellos de perfil económico, y dos secretarios de Estado, el de Comercio y el de Educación, Formación Profesional y Universidades. Habrá honores militares y una agenda comercial intensa: Alemania es nuestro segundo mejor cliente , amén del principal proveedor.

Sin embargo, cuando Rajoy baje las escalinatas de su avión oficial en el aeropuerto internacional Berlín-Tegel (12:25 horas, según el programa provisional) sabrá que apenas nada de esto tendrá cabida en los medios de comunicación nacionales. Ni siquiera el hecho de que regrese a la capital germana -es su segundo viaje oficial- sin haber solicitado el denominado rescate, a pesar de la enorme presión a la que se ha visto sometido en el último año. Los periodistas le requerirán su primera valoración en rueda de prensa sobre el escándalo Bárcenas y su equipo de comunicación es perfectamente consciente de ello.

Rueda de prensa con Merkel

Lo es porque, entre otras cosas, varios diarios llevaron a su portada este domingo la fotografía de la sala de prensa de Génova13 atestada de periodistas siguiendo al presidente por una televisión. En efecto, Rajoy dio la cara ante los suyos, negando con rotundidad que él o miembros de su partido hubieran recibido sobresueldos opacos y reafirmándose en el puesto. Lo hizo ante el Comité Ejecutivo, órgano al que nunca acceden los periodistas, y en un formato que no puede ser tachado de inusual: una comparecencia "en abierto".

La diferencia con otras reuniones del órgano interno era la situación de excepción que Gobierno y PP estaban viviendo, radiografiada por una sede tomada por la Policía y asediada todo el día por manifestantes. Se esperaba que hubiera salido en rueda de prensa, pero finalmente no lo hizo. Y de ahí que, de nuevo, todas las miradas viren a lo que Rajoy diga en la comparecencia conjunta con Merkel, prevista para las 15:45 horas en la cancillería federal.

La Moncloa asegura que tiene controlada la situación. En el PP, existe quienes habrían preferido "que el presidente contestara a las preguntas de los medios", pero se insiste en que el sábado lo importante era dar un golpe seco en la mesa y en que, en este sentido, Rajoy cumplió con lo demandado. Son mayoría los que se declararon satisfechos, a pesar de que no dan por concluido el problema, ni mucho menos. "Había que salvar el sistema, y Rajoy lo hizo", en voz de un ministro, alarmado los instantes previos.

El presidente, "satisfecho" por el resultado pese a todo, tendrá así que responder sobre Bárcenas en el extranjero, cosa que le disgusta. Ya le ocurrió en Chile, pero todavía El País no había publicado sus ya famosos "papeles". Se da, además, el hecho de que, por primera vez, el caso Gürtel y sus derivadas han acaparado la atención internacional. La prensa alemana, sin ir más lejos, le ha dedicado artículos al asunto, hablando incluso de crisis institucional.

Merkel no hará sangre sobre el asunto. "No conseguirá que entremos al trapo de una polémica interna", contestó a El Mundo el portavoz de su Ejecutivo, Stefen Seibert. Para la canciller, lo importante es que España está haciendo los esfuerzos necesarios, gracias a un plan de reformas ambicioso y que no ha llamado a la puerta del Banco Central Europeo. Rajoy recibirá el aplauso de su homóloga en este sentido. Aunque, en el Gobierno y en el PP, lo que temen es que Bárcenas reine en Berlín con una comparecencia monopolizada por un caso que genera sonrojo.

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