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División en el PSOE: euforia en la dirección, críticas de barones y "bochorno" de los críticos

Dirigentes territoriales denuncian el tono con Rajoy: "La descalificación nunca me ha gustado". Y los críticos, que "se ha ensuciado la marca PSOE".

No son unánimes las valoraciones que hacen los socialistas tras un cara a cara histórico en el PSOE. El culpable fue Pedro Sánchez cuyo intento de dinamitar con éxito el bipartidismo le ha acarreado este martes una cascada de críticas de los populares por su "macarrismo". De todo hay en las valoraciones socialistas pero el denominador común es la sensación de que Sánchez le ha dado un vuelco a la campaña electoral que no tiene marcha atrás. La cuestión es en qué dirección.

De un lado, la dirección del PSOE, el equipo de Pedro Sánchez, que tras el debate derrochó euforia sin contención. La resaca este martes no rebajaba un ápice la exaltación de la madrugada que bromeaban diciendo que "Pedro Sánchez mide dos metros más". Su optimismo radica en el efecto que tendrá en el electorado: "Ha sido un revulsivo que moviliza a los nuestros", dicen en la dirección donde aseguran que el tono de Sánchez "fue una estrategia absolutamente pensada, no un calentón".

Por eso, en el mitin vespertino de Badajoz, lejos de retractarse, el candidato del PSOE fue un paso más allá al asegurar que "Rajoy no es libre para luchar contra la corrupción porque es prisionero de los papeles de Bárcenas", y añadió que el presidente del Gobierno "no tiene defensa posible" por su reforma laboral, los recortes "y su relación con Bárcenas". En su intento por cortar la fuga de voto socialista haca Podemos, Sánchez aprovechó también para cargar contra Pablo Iglesias al asegurar que "lo que más me dolió ayer después del debate es que un líder que dice ser de un partido de izquierdas se rasgara las vestiduras porque yo dijera que Mariano Rajoy no es un político decente pero en cambio aplaudiera a Ada Colau calificando a los socialistas de criminales".

Los barones contra "el tono"

Una euforia que comparte toda la dirección del partido, pero no todo el partido. Dirigentes territoriales reconocían este martes que a ellos "la descalificación personal nunca" les "ha gustado, no es el tono" que más les gusta aunque reconocen que la estrategia "era necesaria" porque funciona: "Hoy estaba reservada la esquela, todo estaba preparado para enterrarle y ha resucitado absolutamente".

Los críticos y el "bochorno"

En el tercer bloque, los críticos, muchos de ellos veteranos socialistas, pero otros todavía miembros del Comité Federal de quienes se escuchaba hoy una palabra: "Bochorno".

Opinan que Sánchez "devaluó y ensució ayer la marca PSOE" que es la que más tiempo ha gobernado en este país, y anticipan que esto "afianza a los nuestros, pero asusta a los indecisos", que es precisamente en el caladero de votos en el que confía el PSOE para obtener un resultado digno en las urnas el próximo domingo. División tras la que se esconde un temor: que la estrategia de Pedro Sánchez sólo haya servido para enterrar al bipartidismo y dar alas a los emergentes que bloquean a ambos flancos, el izquierdo y el derecho, el crecimiento potencial del PSOE.

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