
En Barcelona, como en cualquier otra ciudad española, habrá papeletas del Partido Popular en las elecciones municipales del próximo año. Génova promete un candidato "potente" para intentar revertir las negras perspectivas en intención de voto en la ciudad condal. Y, ya después de los comicios, "hablaremos para que los constitucionalistas saquemos una mayoría suficiente", en palabras de Pablo Casado.
En Génova sopesan ya varios nombres para la plaza de Barcelona. Gana fuerza un "simpatizante" que tendría impacto mediático y alejado de la actual dirección municipal, según las fuentes consultadas. Actualmente, el líder de la formación en el consistorio es Alberto Fernández, que no está descartado por completo.
Más allá de las quinielas sobre quién será el candidato, lo que tiene claro Casado es que el PP concurrirá a los comicios. Y, de hecho, en su equipo se observó con recelo el plan de Manuel Valls, con quien se está "en contacto". "Vemos cierto egocentrismo", aseguraron fuentes de la cúpula. "Cataluña es un terreno complicado", zanjaron las citadas fuentes.
Desde Barcelona, Fernández también rechazó la fórmula: "Nadie logrará la Alcaldía solo. Se tiene que sumar desde proyectos diferentes que pueden ser complementarios para lograr la mejor Barcelona", dijo en rueda de prensa.
