El PP y Vox se han quedado solos este jueves en el pleno Congreso al defender sendas enmiendas a la totalidad a la conocida como ley del "solo sí es sí", una norma que inicia ahora su andadura parlamentaria defendida por la mayoría de la Cámara como un avance feminista.
A pesar del apoyo mayoritario a la tramitación de un proyecto en el que han trabajado meses los ministerios de Igualdad y de Justicia, muchos portavoces han avanzado que lo enmendarán en profundidad y el PSOE ha avisado que lo hará para caminar hacia la abolición de la prostitución, aunque no haya acuerdo sobre el tema.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha subido a la tribuna a defender un proyecto que, ha asegurado, busca romper el silencio de las víctimas: "Este gobierno, este Estado os cree, y esta ley es solamente el comienzo. El futuro es feminista, solo sí es sí".
Consentimiento expreso
La norma reforma el Código Penal para que el consentimiento expreso sea clave al juzgar los delitos sexuales y para borrar la distinción entre abuso y agresión sexual.
La portavoz del PP en el debate, Marta González, ha defendido la enmienda de su grupo, con texto alternativo, en línea con el crítico informe del Consejo General del Poder Judicial al proyecto. La popular ha alertado de que la definición del consentimiento expreso elimina la presunción de inocencia?" y ha rechazado que desaparezca la distinción entre el abuso y la agresión porque en la práctica supone una rebaja de los penas a los delitos más violentos. Con esta ley, ha advertido, los miembros de La Manada, que fueron condenados a una pena de 15 años, solo podrían ser castigados con diez años.
"Demoniza y criminaliza a los hombres"
Por su parte, la diputada de Vox Carla Toscano, que vestía una camiseta con el lema #NotMeToo, ha defendido la devolución del texto al Gobierno al considerar que es "inútil", "demoniza y criminaliza a los hombres" y ataca de manera "contumaz" el principio de igualdad.
Tras asegurar que con esta ley los hombres pueden acabar en el calabozo con una denuncia falsa, ha destacado "ha recibido más palos que una estera" del CGPJ, el Consejo Fiscal y el Consejo de Estado y supone "una chapuza jurídica, que hay que devolver a la cochiquera".
En nombre del PSOE, Adriana Lastra ha dicho un "no" rotundo a ambas enmiendas. "En un país donde se denuncia una violación cada cinco horas, ridiculizar el consentimiento expreso debería darles vergüenza", ha espetado.
Las portavoces de Ciudadanos y del PdCat, por su parte, han preferido abstenerse ante la enmienda del PP al no compartir en su totalidad el proyecto del Gobierno. El resto de los grupos ha votado en contra.