Pedro Sánchez pidió al rey de Marruecos, Mohamed VI, construir "una nueva relación, basada en la transparencia y la comunicación permanente" para evitar "futuras crisis" entre ambos países. La carta del presidente del Gobierno – de la cual informó Marruecos y que este miércoles publica El País – muestra también el cambio de rumbo con respecto al Sáhara Occidental y el nuevo apoyo a la propuesta marroquí como "la base más seria, creíble y realista" para la resolución del conflicto.
La misiva de Sánchez en El País está fechada cuatro días antes antes de que Rabat la diese a conocer y no hace ningún tipo de referencia a Ceuta y Melilla. También contiene algunos errores ortográficos propios de un traductor automático y que Libertad Digital ha corregido en las declaraciones textuales para facilitar la lectura de esta información.
La carta de Sánchez al rey marroquí, con sus erratas y faltas. pic.twitter.com/QV9luYvJKo
— John Müller (@cultrun) March 23, 2022
Sánchez comienza su carta así: "Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los Reinos de Marruecos y España". En el primer párrafo, realiza una breve introducción en la que destaca la unión de ambos países en sus "afectos, historia, geografía, intereses y amistad". También señala que "la prosperidad de Marruecos está ligada a la de España y viceversa". Tras esas primeras líneas, llega la declaración de intenciones de la carta.
"Nuestro objetivo debe ser construir una nueva relación, basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes y la abstención de toda acción unilateral, para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y para evitar futuras crisis entre nuestros dos países".
A continuación, Sánchez entra de lleno en la cuestión del Sáhara Occidental y los "esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, en el marco de Naciones Unidas", para encontrar una solución. En ese sentido, añade, "España considera la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo".
El propio Sánchez reconoce en su carta que estamos ante un "nuevo contexto" y ofrece su garantía de que "España actuará con la absoluta transparencia que corresponde a un gran amigo y aliado". También asegura al rey Mohamed VI que "España siempre cumplirá sus compromisos y su palabra".
Sánchez, "impaciente"
Sánchez reconoce que espera "con impaciencia" un encuentro con Mohamed VI para "renovar y profundizar la relación privilegiada" entre España y Marruecos. La reunión entre ambos también servirá, añade Sánchez, para "afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico".
Con un país al borde del colapso debido a la crisis energética, la huelga de transporte y la atención a los refugiados de la invasión de Ucrania, parece que Sánchez intenta asegurar el flanco sur, cerrando la puerta a una nueva crisis migratoria como la del año pasado. Por ese motivo, en su carta insiste en la necesidad de actuar "siempre con un espíritu de total cooperación y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos" con el fin de "garantizar la estabilidad e integridad territorial de nuestros dos países".
Por último, Sánchez concluye su carta: "Espero que nuestros dos ministros fijarán de común acuerdo una fecha para la visita del ministro de Asuntos Europeos, Unión Europea y Cooperación a Rabat, con el fin de empezar a trabajar para construir conjuntamente esta nueva relación entre nuestros dos países" para despedirse así: "Le ruego acepte, Majestad, la expresión de mis más distinguidos sentimientos".