Menú

El desgarrador relato de una víctima de las "madres protectoras" que ya se ha hecho viral: "Querida Irene Montero..."

La joven se dirige a Irene Montero en un hilo de Twitter en el que revela cómo su madre la secuestró con 4 años y la maltrató de forma inimaginable.

La joven se dirige a Irene Montero en un hilo de Twitter en el que revela cómo su madre la secuestró con 4 años y la maltrató de forma inimaginable.
Irene Montero, en el acto en el que pidió un aplauso para las | EFE

"Querida Irene Montero: Mi madre también era una de esas madres coraje que defiendes", empieza su relato Mayika, una joven española indignada con el indulto de María Sevilla y la defensa que la ministra de Igualdad hace de esas supuestas "madres protectoras" que separan a los hijos de sus padres, escudándose en denuncias falsas.

Lo que sigue a continuación es el estremecedor relato que ella misma ha colgado en su cuenta de Twitter y que ya se ha hecho viral: la historia de una niña maltratada no por su padre, sino por su madre, una mujer que la secuestró con apenas 4 años y que no dudaba en darle palizas, apagar cigarrillos en su piel o dejarla sin comer ni beber encerrada en su habitación, mientras su expareja permanecía atada de pies y manos.

La joven, que hoy reside en Bulgaria, explica que su madre la tuvo con 20 años, después de cuatro abortos. "Cuando yo tenía dos años, la sacamos borracha y drogada debajo de un coche. Cuando tenía tres, comenzó a pegarme. Cuando tenía cuatro, me ‘rescató’ de mi padre. Sí, ese tipo de rescates de Madre Coraje que defiendes -le reprocha a la ministra-. Mi padre, que nunca le puso una mano encima a mi madre ni a mí, ni le alzó la voz. Pero ella si nos pegaba, nos gritaba y nos humillaba".

Secuestrada a los 4 años

Un día, sin decir nada a nadie, su madre se la llevó al pueblo y le encargó a su abuela que la vigilara. "No permitía que saliera de la casa ni me relacionara con nadie: ¿Sabes lo que es salir a la calle con gafas de sol y cubierta de pies a cabeza para que nadie pudiera reconocerme? ¿Con 4 años?".

Así pasó el tiempo hasta que un día, cuando tenía 6 años, alguien llamó a la puerta. Su abuela le prohibió asomarse, pero "la curiosidad fue más fuerte que ella", y fue así como comprobó que su padre había conseguido dar con su paradero. "Se había dejado una buena cantidad de dinero en detectives para dar conmigo hasta que me encontró. Desgraciadamente, le fue imposible sacarme de allí, porque él sí cumple la LEY. Y con todo su dolor nos despedimos", recuerda Mayika.

Según relata, al poco tiempo su madre decidió llevársela a otro pueblo para que viviera con ella. "La convivencia fue un infierno. Pasé hambre, frío, sufría acoso en el colegio y palizas en casa por parte de mi madre y el hombre con el que vivíamos. Estaba sola la mayor parte del tiempo mientras ella se iba a consumir y desaparecía varios días. Madre Coraje, no te olvides", continúa dirigiéndose a Irene Montero.

Abandonada y torturada

Con cerca de 8 años, su padre volvió a encontrarla: "¿Te imaginas lo duro que tuvo que ser para él verme en la puerta de la casa pidiendo ayuda y comida a desconocidos y no poder intervenir? ¿Sabes por qué no podía intervenir? Por ser un hombre. Por ser la ex pareja de mi madre se lo podrían haber llevado preso. Por alimentar a su hija, secuestrada por su madre, que imploraba ayuda en la calle. Pero Madre Coraje, importante".

Mayika describe su infancia de forma literalmente aterradora. "Mi Madre Coraje me metió en agua hirviendo, cruzaba la cocina solo para reventarme las narices de un puñetazo porque le apetecía, apagaba sus cigarros en mi piel y cosas peores que no voy a mencionar por su sensibilidad", denuncia en su cuenta de Twitter.

Y ella no habría sido la única víctima. También el bebé que, al poco tiempo, tuvo con su nueva pareja y al que, tal y como asegura, ella misma tuvo que salvar de una muerte segura con apenas unos días de vida. "¿Sabes lo que es tener que dejar a tu madre inconsciente para evitar que ahogue a un bebé con una almohada?", le pregunta a la ministra.

Lo que vino después fue una nueva tortura: "Encierros bajo llave a oscuras, sin agua, sin comida, orinando en una esquina del dormitorio…". Según su relato, los propios Servicios Sociales habrían llamado a su madre en más de una ocasión por no llevarla al colegio, e incluso los pediatras se alarmaron por su "escaso desarrollo físico".

La salida del infierno

Así pasó el tiempo hasta que, a punto de cumplir los 12 años, un conocido le plantó cara a su madre y le preguntó a Mayika con quién quería vivir. Su respuesta fue clara y, afortunadamente, en aquella ocasión la rabia hizo que su progenitora la llevara al pueblo de su padre y la dejara en la puerta de su casa.

Su abuela paterna, "con el coraje de una madre y una abuela de verdad", evitó que escapara y llamó a varias vecinas para que fuesen testigos de que la acababa de abandonar allí. Algo fundamental para que, posteriormente, a su padre no le denunciaran por haber secuestrado a su propia hija.

"¿Sabes quién tiene coraje? Mi padre, por aguantar lo que aguantó. Mis abuelos, por educarme. La abogada, por los ovarios que le puso a la batalla por mi custodia. Y yo, por echarle huevos a seguir respirando a pesar de mis intentos de suicidio", explica orgullosa la joven.

Aun así, Mayika -que no ha vuelto a ver a su madre desde entonces- vive con importantes secuelas que se encargan de recordarle su pasado. "Mis dientes están destrozados, tengo varios síndromes y trastornos psiquiátricos, mis huesos están calcificados y torcidos, pero ahí está la Madre Coraje que defiendes -le reprocha a la ministra de Igualdad-. Mujeres trastornadas defiendes. Háztelo mirar y déjanos tranquilas".

Temas

En España

    0
    comentarios