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ERC se come a la "reina" del separatismo callejero tras pactar con Sánchez la "desjudicialización"

Borràs, que se define como "hija del 1-O", no consigue que sus compañeros de partido abandonen el 'Govern' en respuesta a su suspensión.

Borrás, ovacionada por sus seguidores tras abandonar el 'Parlament'. | EFE

Un día después de la última reunión de la denominada "mesa de diálogo y negociación" entre el Gobierno y la Generalidad, ERC, con el entusiasta concurso de la CUP y el voto del PSC, se ha cobrado una pieza capital en el tablero de ajedrez de los independentistas. Laura Borràs es ahora una diputada suspendida que ni siquiera puede acceder al hemiciclo que presidía con mano de hierro hasta hace unas horas. Que se niegue a dimitir complica la situación legal del Parlamento, pero eso no es nada nuevo en la Cámara catalana desde que en 2017 los grupos separatistas pisotearan todos los procedimientos para aprobar las "leyes de la independencia". De aquella época, julio de 2017, data la reforma del reglamento, a instancias de la CUP, para suspender a los diputados incursos en causas de corrupción.

Borràs llama "jueces hipócritas" a los diputados separatistas que le han quitado el cargo

Borràs lamenta que los diputados que dicen obedecer el mandato del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 ni siquiera se atreven a vulnerar el reglamento del Parlament y atisba conspiraciones de sus rivales en el independentismo, muy nutridos en el propio partido que preside, para eliminarla políticamente. En pleno ardor golpista, la república catalana iba a ser un oasis de transparencia y buenas prácticas inédito en el mundo.

Por unos días, la política catalana ha vuelto a ser una sucesión frenética de acontecimientos a cual más disparatado o más grave. Los dos pactos firmados por el Gobierno y el Govern sobre la "desjudicialización" y el catalán han quedado superados por la suspensión como presidenta del Parlamento y diputada de la líder del sector más radical del separatismo.

ERC se ha comido a la "reina" del separatismo que ha cortado durante más de dos años la Meridiana en protesta por la sentencia del Tribunal Supremo sobre el golpe de Estado, de los Comités de Defensa de la República (CDR) y de la unilateralidad.

Los "traidores"

En su despedida como presidenta de la Cámara, Borràs ha señalado especialmente a los diputados separatistas de la mesa, a los que ha tachado de "jueces hipócritas". Aludía al diputado de la CUP Carles Riera, a los diputados de ERC, Alba Vergès y Ruben Wagensberg, y a los socialistas Ferran Pedret y Assumpta Escarp, los parlamentarios que han aplicado el reglamento del Parlament sin paliativos porque según Borràs les cabía la opción de interpretar que el juicio que deberá afrontar no es por corrupción, sino por "venganza" del aparato judicial.

La negativa de Borràs a dimitir complica sobremanera la situación de la Cámara, que de momento está en manos de una diputación permanente encabezada por la vicepresidenta primera, Alba Vergès, de ERC. Habida cuenta de que el Parlamento cierra este viernes por vacaciones, la cuestión de la presidencia tendrá que esperar a la reanudación de la actividad parlamentaria. Vergès o quien se haga cargo de la dirección del órgano gestor del Parlamento tendrá que decidir, por ejemplo, sobre el futuro del gabinete de altos cargos designados por Borràs.

Según reporta el diario digital El Nacional, de corte independentista, a Borràs se le ha permitido utilizar una sala del Parlamento para dar su alocución como diputada suspendida de funciones y se ha largado del edificio a bordo del coche oficial, prebendas que no corresponden a su nueva situación.

En JxCat no se plantean, al menos por el momento, forzar un nuevo conflicto con ERC. El abandono del gobierno autonómico no se contempla. Ni siquiera por las primeras conclusiones de la "mesa de diálogo y negociación". En JxCat se chotean de los acuerdos, sobre todo el referido al catalán porque no entienden a qué viene que ERC quiera hablar en catalán en el Senado o en Parlamento Europeo cuando lo que persigue el independentismo es no tener que hablar en las Cortes y aspira a hablar en catalán en el Parlamento Europeo como nuevo Estado de la UE.

En cuanto a la "desjudicialización", reprochan que el pacto de ERC con el Gobierno no contempla, de momento, una salida para que Carles Puigdemont pueda regresar a España sin tener que afrontar un ingreso en la cárcel, aunque sea pasajero. Sin embargo, no están dispuestos a romper con ERC para defender a la nueva presidenta del partido. En ERC, por contra, confían en que el periodo vacacional diluya la pataleta de Borràs y en nuevas reuniones de la mesa para arrancar más concesiones al Gobierno de Pedro Sánchez.

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