El Congreso ha votado a favor de la toma en consideración del impuesto a las energéticas y los bancos con el respaldo de PNV, Bildu y ERC. Se trata del primer paso para imponer este gravamen a los beneficios extraordinarios de estas empresas. La oposición no ha ahorrado en críticas. "Engendro jurídico", según Mario Garcés o "cómo esquivar los trámites consultivos", según María del Carmen Martínez.
Las críticas se basan en la iniciativa legislativa escogida para tramitarla. El Gobierno ha escogido la Proposición de Ley, presentada por los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos, en vez del Proyecto de Ley, que es una norma que elabora el Ejecutivo.
El procedimiento escogido en esta ocasión, es más rápido ya que no tiene que pasar por los órganos consultivos. De esta manera, el Gobierno esquiva los estudios de legalidad de la norma, la consulta a los afectados o la memoria del Consejo de Estado.
No diga impuesto, diga gravamen
El problema es que las Proposiciones de Ley tienen unos límites. No pueden afectar a los tratados internacionales, ni Leyes Orgánicos, ni a las normas tributarias. Para la oposición, esta Proposición de Ley tiene un afán recaudatorio.
En el PSOE no la tienen todas consigo y el propio portavoz parlamentario, Patxi López, ha tenido que corregir a los periodistas que en la rueda de prensa de la Junta de Portavoces hablaban de "impuesto". "Impuesto no, gravamen", repetía para evitar reconocer que se trata de una norma tributaria que, además de los informes preceptivos, debería haber pasado también por la CNMC.
"Nosotros no hablamos de un doble impuesto, que efectivamente sería ilegal. Hablamos de un gravamen especial y extraordinario sobre unos beneficios extraordinarios que tiene encaje legal", repetía Patxi López. Sin embargo, durante el Debate sobre el Estado de la Nación, Pedro Sánchez, anunciaba "un impuesto sobre los beneficios extraordinarios". La palabra maldita que ahora los socialistas no quieren repetir.
PNV y Bildu, con condiciones
Tras iniciar su tramitación parlamentaria, la siguiente parada es su aprobación. PNV y Bildu han votado a favor de la toma en consideración pero no está seguro que voten a favor de este "gravamen" al final. Ambos partidos han puesto como condición que se les ceda el tributo a las Haciendas forales.
"Votaremos a favor pero exigiremos la concertación de ambas prestaciones", aseguraba la nacionalista Idoia Sagastizabal. "O hay concertación foral o nos opondremos con todos nuestros medios a nuestro alcance a esta tramitación", advertía. El Gobierno tendrá que ceder este tribuno al Gobierno vasco si quiere que salga adelante y si no lo tumban los Tribunales.