
El Gobierno respira satisfecho tras ver que el Constitucional no va a aplicar este jueves medidas cautelarísimas a las dos enmiendas sobre el cambio de mayorías en el citado tribunal. En el Ejecutivo y en el PSOE asumían que esto suponía una suspensión del pleno del Congreso, ya que estaban incluidas en la ponencia de la Iniciativa de Ley sobre el Código Penal que se votará este jueves en la Cámara Baja.
"Se ha evitado una cacicada de libro", han afirmado en La Moncloa donde han pedido "esperar y ver" a la próxima reunión del Constitucional, fijada para el lunes y en la que van a estudiar con profundidad los recursos presentados. Ahora la pelota pasa al Senado, ya que lo aprobado por el Congreso pasará la próxima semana a la Cámara Alta, donde se deberá ratificar. Queda por ver si el Constitucional decide suspender ese pleno pero, de momento, en el Gobierno piden tranquilidad.
Los socios, satisfechos
Durante este jueves, han predominado los adjetivos gruesos contra el Constitucional. Algunos ministros en privado incluso han afirmado que, si se suspendía el pleno, entraríamos "en una democracia tutelada" . En el Gobierno han hablado de "censura" y han advertido que generaría "una crisis sin precedentes" .
Desde que el Constitucional ha aplazado su pleno, algunos diputados han sufrido una especie de metamorfosis y de reconciliación con el sistema. Jaume Ases que por la mañana hablaba de "lo más grave desde el 23-F", esta tarde ha hablado de "decisión correcta" porque "da tiempo a que el Constitucional resuelva nuestro escrito y que los dos magistrados que hemos recusado, puedan abstenerse".

