Las elecciones de mayo se plantean como una primera vuelta de las generales. Después de los fracasos cosechados por el PSOE en Madrid y Andalucía, la próxima cita con las urnas servirá para conocer hasta qué punto los españoles castigarán al Gobierno de Pedro Sánchez. La derecha, por su parte, se juega convertirse en alternativa de gobierno con la vista puesta en las nacionales.
Conscientes de la importancia de esta cita, Vox ha optado por perfiles profesionales con destacados currículums académicos para poder entrar en gobiernos autonómicos y municipales de la mano del PP. La Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Murcia o Extremadura son objetivos prioritarios donde podría darse un vuelco electoral.
El partido ha incluido a varios juristas como cabezas de lista, además de a empresarios, economistas o ingenieros con capacidad de gestión, ante la previsión de que tengan que manejar presupuestos públicos si ocupan concejalías de gobierno o consejerías, a pesar de que en Castilla y León no apostaron por los diputados electos para formar parte del gobierno.
"La antesala de las generales"
El secretario general del partido, Ignacio Garriga, defendió ayer la selección que han llevado a cabo al asegurar que sus candidatos "defienden unos principios sólidos" que servirán para "construir todo lo derribado por Pedro Sánchez" como "antesala" de lo que se producirá a nivel nacional, donde esperan lograr un "gran resultado".
El partido evita caer en el error de generar expectativas que después no se cumplan, como ocurrió en las generales de abril de 2019 o el pasado mes de junio en Andalucía, aunque se muestran esperanzados en conseguir mayor cuota de influencia al aumentar de forma significativa su presencia institucional.
Se trata del primer paso para lograr realmente una estructura territorial, después de los problemas que han afrontado los últimos años y que derivaron en la sustitución de Javier Ortega Smith como secretario general del partido tras los incendios registrados en provincias, que amenazaban con convertirse en un verdadero problema.
Amplio margen de mejora
En el partido se esfuerzan por situar mayo de 2019 como el verdadero referente que determinará hasta qué punto han crecido, como defendió ayer Garriga al asegurar que en Cataluña tienen ahora apenas tres concejales que consiguieron hace cuatro años y que se convertirán en "muchos más" a partir del próximo mes de mayo.
Aunque Vox se apoye en esa comparativa para sostener que van a ser el partido que más crezca, los resultados municipales en Castilla y León servirán también para conocer hasta qué punto les pasa o no factura su entrada en el gobierno a nivel autonómico, y la gestión que han llevado a cabo los últimos meses.
Andalucía será también un termómetro para saber si el resultado de las autonómicas del pasado mes de junio, que derivó en la salida de Macarena Olona, fue un tropiezo o se trata de una crisis más profunda que repercute también en los ayuntamientos. También en Cataluña se juegan estar a la altura de las expectativas que implica haber conseguido ser la primera fuerza de los partidos constitucionalistas en las autonómicas de 2021.
Del resultado que obtengan en 2023 en ayuntamientos y comunidades dependerá su carta de presentación para las generales y determinar hasta qué punto gozan o no de buena salud en el partido, después del bache andaluz y la remodelación interna que han llevado a cabo.
Aunque el margen de mejora con respecto a mayo de 2019 es mucho, su trayectoria política de los últimos tres años se somete también a examen en la próxima cita con las urnas, que podría estar precedida por la segunda moción de censura que presenta el partido contra Pedro Sánchez en esta legislatura. La cita por tanto servirá para medir hasta qué punto su estrategia contra el Gobierno central es acertada.