A Macron rogando y con Junqueras dando. Así se podría resumir la cumbre de este jueves en Barcelona en la que el Gobierno tiene puestas sus esperanzas. El "hito" será rubricar un acuerdo de cooperación y amistad similar al que París ya tiene con Roma y con Berlín. La Moncloa lleva varios meses trabajando en los nueve epígrafes que abarcarán desde temas de defensa hasta educativos, para que, por ejemplo, a los galos les sea más fácil acceder al Bachillerato español.
En la agenda, también está mejorar las interconexiones o abrir los pasos de los Pirineos, ya que seis de los 39 controles están cerrados por las dudas que suscita en El Elíseo la inmigración irregular procedente de nuestro país. El presidente del Gobierno español también espera conseguir el respaldo de Macron a su propuesta de reforma del mercado eléctrico y que piensa remitir a Bruselas. Lo que se quedará fuera será el corredor de hidrógeno BarMar, entre Barcelona y Marsella, porque "ya se acordó" en otros encuentros.
Máxima representación
El Ejecutivo de Pedro Sánchez le ha dado la máxima importancia a esa XVII cumbre hispano-francesa. Además del presidente, acudirán las 3 vicepresidentas y hasta 10 ministros. Emmanuel Macron no estará solo y le flanquearán nueve carteras ministeriales galas. Sólo hay un problema: los socios del Gobierno amenazan con aguarle la fiesta.
Junqueras fuera y Aragonés dentro
ERC ha convocado una manifestación a la entrada del perímetro de seguridad y a sólo unos metros de la cumbre. A la concentración acudirá el líder de la formación separatista, Oriol Junqueras. El Gobierno ha evitado confrontar con la formación que les sustenta en el Congreso pese a que puede comprometer la imagen de España en Francia. "Es complicado de explicar para los catalanes", afirmaba este miércoles la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, cuando le preguntaban por la manifestación organizada por sus socios
La dualidad de ERC se mostrará en todo su esplendor. Fuera, Junqueras tratará de agitar la calle y demostrar, en contra de lo que dice la Moncloa, que el procés no se ha acabado. Dentro de la cumbre, el presidente Pere Aragonés asistirá al recibimiento de Macron. Su aportación será mínima ya que no participará en ninguna de las reuniones, ni intervendrá en la cumbre como era su intención para defender la oficialidad del catalán en Europa.
La misma participación que otro presidente de CCAA
"Va a tener la misma participación que cualquier presidente de CCAA", añaden en la Moncloa. Tampoco habrá una reunión del presidente del Gobierno con el líder catalán. Sólo se espera una pequeña charla protocolaria antes del izado de las banderas española y francesa.
La expectación es máxima. Se han acreditado 250 periodistas y el protocolo de seguridad será más extenso que el de otras cumbres. De lo que pase en las calles de Barcelona dependerá en buena parte la agenda de Macron que tiene previsto, pero no confirmado, una visita al Museo Picasso. También quiere un encuentro con ciudadanos franceses en la Ciudad Condal. De los socios de Sánchez depende.