El independentismo se prepara para la cumbre hispano-francesa que se celebrará mañana en Barcelona con llamamientos a la movilización para demostrar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el proceso separatista no es historia pasada. Pero también tienen mensajes para el presidente francés, Emmanuel Macron. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) pide portar chalecos amarillos a modo de guiño a favor de las protestas sociales en Francia. También "invita" a los asistentes a su manifestación a llevar "utensilios que produzcan un ruido estridente para que se note nuestra voz por encima de cualquier blindaje policial".
Pero más allá de la "estética" de la protesta, sorprende el memorial de agravios que la ANC plantea contra los estados francés y español. A tal efecto, subraya en un comunicado que "en el Tratado de los Pirineos firmado el 7 de noviembre de 1659, el reino francés y el hispánico se repartieron Cataluña y vincularon el Rosellón y parte de la Cerdaña al Estado francés. Este tratado es ilegal. Lo era antes y lo continúa siendo ahora. El tratado no fue sometido jamás a la obligatoria deliberación de las instituciones catalanas y debe ser anulado por el Parlamento de Cataluña".
El pintoresco comentario de la ANC sobre el Tratado de los Pirineos y la invocación al Parlament para que lo anule remiten a la "escuela" jurídica del golpe de Estado de 2017, cuando el parlamento autonómico aprobó las llamadas "leyes de desconexión" que pretendían la derogación de facto del Estatuto y la Constitución. También reflejan la deriva de la organización, en manos de Puigdemont y Junts per Catalunya.
A Macron, además de advertirle de que el Tratado de los Pirineos es papel mojado le reprochan la nula sensibilidad de su gobierno con el idioma catalán, de modo que le exigen "que el Estado francés haga oficial el catalán en la Cataluña Norte y lo respete como lengua propia si es que quiere ser coherente con los valores de la República y los derechos humanos que dice defender". Y "que deje de intentar obstaculizar el uso del catalán en los ayuntamientos norcatalanes".
De momento, ni el Tratado de los Pirineos ni el catalán en el sur de Francia están en la agenda de la cumbre, en la que el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, tendrá un mero papel decorativo. La ANC y demás fuerzas separatistas reprochan a Aragonès que se preste a ejercer de figurante sin texto en la cumbre. Dolors Feliu, la presidenta de la ANC, le ha sugerido que despliegue una estelada en la foto oficial. En JxCat le advierten de que su presencia en la cumbre avala la tesis de Moncloa según la cual el proceso separatista es pasado.
El retorno de los CDR
Puigdemont llama a la movilización desde Waterloo y los Comités de Defensa de la República (CDR) preparan su reaparición. Estarán en la convocatoria de la ANC, pero además han convocado su propia manifestación, una marcha hasta el consulado francés a las once y media, dos horas y media después de la primera protesta en los aledaños del "Museo Nacional de Arte de Cataluña" (MNAC), donde Sánchez ha citado a Macron. El peso del dispositivo de seguridad de la cumbre recae en los Mossos d'Esquadra.