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Marruecos e Irene Montero blindan a Marlaska y Llop hasta final de legislatura

En el partido entienden que no se puede prescindir de la ministra de Justicia en pleno choque con Irene Montero.

En el partido entienden que no se puede prescindir de la ministra de Justicia en pleno choque con Irene Montero.
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, defiende que no va a dimitir tras su reprobación | EFE

Ambos son jueces, independientes y están en flanco débil del Gobierno: Fernando Grande-Marlaska y Pilar Llop. Sin embargo, la continuidad de ambos parece garantizada ya que retirarlos supondría dar más baza a los rivales. En el caso de la ministra de Justicia, su cese serviría, según fuentes del partido, "para entregarle su cabeza en bandeja a Irene Montero".

En el Gobierno nadie duda que el objetivo número uno del ministerio de Igualdad es Llop. A ella le culpan de no haber tenido más reuniones. Le acusan de haberse levantado de la mesa, de volver "al Código Penal de la Manada" e incluso afirman que han tenido más reuniones con otros ministerios que con Justicia.

Contra Llop

Al entorno de Irene Montero no le ha gustado que Llop y su equipo jurídico, varios expertos del ministerio, defiendan con ahínco que la única manera de corregir a futuro ley es introduciendo de nuevo el agravante de "violencia e intimidación".

En el PSOE respaldan sin fisuras la Proposición de Ley elaborada por Llop. Este miércoles, la secretaria de Igualdad de los socialistas, Andrea Fernández, salía a la vez que Llop del hemiciclo para dar una imagen de unidad. En la batalla que libra el PSOE con Unidas Podemos, los socialistas no quieren regalarle más bazas a Irene Montero, a la que culpan de "inflexible".

Marlaska, blindado

Si a Llop le ha blindado la ministra de Igualdad, a Fernando Grande-Marlaska le protege otro cese anterior: el de Arancha González Laya. La extitular de Exteriores tuvo que dimitir tras las protestas de Rabat por el caso Brahim Ghalli. La que fuera inquilina del Palacio de Santa Cruz, sede de los cancilleres españoles, autorizó el traslado del líder del Frente Polisario para ser tratado en un hospital de Logroño.

El cese de González Laya, junto con el volantazo sobre el Sáhara, le sirvió a Sánchez para volver a encauzar las relaciones con Marruecos. En esta ocasión, su ministro del Interior es el que vuelve a estar cuestionado por actuaciones relacionadas con el reino alauita por la muerte de decenas de personas en la valla de Melilla. Ya ha pasado mas de medio año y todavía no se sabe el número exacto de fallecidos a manos de la Gendarmería marroquí

Reprobado

La semana pasada el ministro del Interior fue reprobado por el Congreso. La iniciativa impulsada por el PP recibía el respaldo de Vox, Ciudadanos, ERC, Junts y el BNG, entre otros. Mientras que otros socios, como el PNV y EH Bildu decidían abstenerse. Todo el arco parlamentario, a excepción de PSOE y Unidas Podemos, se ponía de acuerdo para acusarle de "mentir" con la muerte de decenas de subsaharianos en la valla de la ciudad autónoma.

Sin embargo, algunas personas próximas al presidente, entienden que su cese serviría para reforzar a Marruecos que estaría de manera indirecta detrás del fin de la carrera política de dos ministros de Pedro Sánchez. "Una muestra de debilidad", añaden.

Crisis en marzo

En el Gobierno esperan una crisis de Gobierno para relevar a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y a la titular de Industria, Reyes Maroto, antes de que partan como candidatas a las alcaldías de Las Palmas de Gran Canaria y Madrid respectivamente.

Nadie sabe cuándo será la crisis. Durante una conversación informal con periodistas en el avión que le llevaba a Austria, Pedro Sánchez afirmaba este miércoles que sería "en marzo" y "puntual". Es decir, no saldrán más ministros del Ejecutivo. Unos relevos que sólo están en la cabeza del presidente. "Nadie lo sabe, sólo él", repiten los más próximos a Sánchez.

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