La sesión de control al Gobierno en pleno 8-M se preveía agónica para Pedro Sánchez después de escenificar ayer su ruptura con Irene Montero y Unidas Podemos durante la toma en consideración de la reforma del sólo sí es sí, en la que ni siquiera votó. Sin embargo, el presidente se ha zafado de las críticas de la oposición utilizando la moción de censura de Vox, y las críticas de Ramón Tamames contra sus propios impulsores, como arma arrojadiza contra Santiago Abascal.
"Con la velocidad a la que ha presentado la moción de censura habrá que reconocer que no es un político muy veloz y, habiéndose quitado de en medio, muy valiente no parece ser", respondía Sánchez al líder de Vox, que le reprochaba los efectos nefastos de sus leyes contra las mujeres, acusándole de dejarlas "desprotegidas".
El presidente incluso ironizaba con la fotografía tomada el día que Abascal confirmó a Tamames como candidato a la moción de censura. "La Historia del 8M debe sonarle a chino después de ver esa formidable foto de los 12 hombres sin piedad", decía, en referencia a la ausencia de rostros femeninos en la instantánea, que comparaba con la famosa película protagonizada por Henry Fonda sobre las deliberaciones de un jurado popular, integrado por 12 hombres.
Sánchez ironizaba asegurando que "admira el ímpetu" de Abascal por tardar tres meses en registrar la moción de censura desde que anunció que la presentarían ante la "emergencia" que vive España, así como con el candidato que "no parece que comulgue con sus posiciones extremistas", decía en referencia a las declaraciones del economista en El País donde habló de "extremosidades" para referirse a algunas de las posiciones políticas de Vox.
"A usted las mujeres le importan el 8 de marzo", le respondía el líder de Vox que criticaba sus políticas, con las que "no comulgan muchas mujeres". "Yo tengo madre, tengo abuela, tengo hijas, tengo mujer y no querría que ninguna se viera afectadas por ninguna de las políticas en las que usted se ha convertido en culpable", aseguraba Abascal para contrastar los ataques de Sánchez que, una vez más, evitaba responder a las preguntas de la oposición.