El tamaño del ascensor del hospital de Guadalajara y la casi imposibilidad física de meter a los enfermeros junto a las camillas ha disparado la polémica. Pero lo cierto es que los equipos del socialista Emiliano García-Page conocían este hecho al menos desde febrero.
De hecho, planearon una solución "sin publicidad" y "urgente" para lidiar con el problema en periodo previo a las elecciones: asumieron que era necesario un elevador de mayores dimensiones para meter las camillas el pasado 6 de febrero y lo plasmaron en una licitación por el "procedimiento negociado sin publicidad con pluralidad de criterios de adjudicación, al objeto de favorecer la concurrencia al mismo y tramitación urgente". Porque "existe una imperiosa urgencia para la instalación de este equipo y por tanto de la ejecución de las obras necesarias para dicha instalación". Y, en línea con ello, "se demanda una pronta ejecución del contrato".
Los documentos justificativos de la contratación de urgencia, a los que ha tenido acceso Libertad Digital, dan una idea de la improvisación tras catorce años de reformas y obras en el Hospital de Guadalajara. "El Servicio Sanitario de Castilla-La Mancha, en el ámbito de las competencias sanitarias que le han sido trasferidas, ha asumido los compromisos de construcción y equipamiento de los centros de atención sanitaria", señala el documento sellado el 6 de febrero pasado y firmado por el director gerente, Antonio Sanz Villaverde. "El servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Guadalajara se trasladó al edificio de la ampliación en septiembre de 2022. Es imprescindible la construcción de un elevador que mejore la conexión entre el servicio de Urgencias, UCI y el bloque quirúrgico fundamentalmente. Sin el mismo, sería muy difícil el traslado del resto de los servicios a su nueva ubicación y retrasaría toda la actividad asistencial prevista", explica el documento sin contar la realidad: que han diseñado un ascensor en el que no caben las camillas del hospital. "Por todo lo anterior, se considera de interés público la ejecución de las obras de este elevador en la ampliación del Hospital Universitario de Guadalajara, junto con la redacción del correspondiente proyecto de ejecución de las mismas", añade el texto.
La parte de la justificación de la "insuficiencia de medios" da más detalles: "La base para la ejecución de las obras es el proyecto de las mismas y su elaboración ha de ser realizada por técnicos cualificados con titulación adecuada debido al carácter especializado de dicha prestación. La posibilidad de realizar los citados trabajos por parte de los funcionarios del SESCAM es inviable, por el volumen de dichas actuaciones y los medios humanos y técnicos limitados de que se dispone, por ello se hace imperativo acudir a la contratación de dichos trabajos". Y es que no se trata de cambios menores. "Se propone para su licitación procedimiento negociado sin publicidad con pluralidad de criterios de adjudicación, al objeto de favorecer la concurrencia al mismo y tramitación urgente, porque "existe una imperiosa urgencia para la instalación de este equipo y por tanto de la ejecución de las obras necesarias para dicha instalación". Y, además, "se demanda una pronta ejecución del contrato". Ahora, a meses de las elecciones, llegan las prisas.
Y, por ello, la Junta presenta una licitación con las medidas del ascensor, claramente mayores: "Características del aparato: ascensor eléctrico, dos paradas, sin sala de máquinas, velocidad mínima 1 m/s, dimensiones mínimas de cabina 2.150 x 2.900 mm, altura mínima interior de cabina 2.400 mm, capacidad de carga mínima 3.500 Kg, tipo de puertas automáticas, altura mínima de puerta 2.300 mm, número de paradas 2, doble embarque, con indicadores de posición en ambas las plantas, con un recorrido de 4 metros". Unas medidas que sí permiten la entrada en condiciones de las camillas en extensión máxima y con su personal sanitario.