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La ridícula fotonovela que Bolaños hizo publicar para ser el superhéroe de la exhumación de Franco

El ministro de la Presidencia quiso apuntarse el tanto de desenterrar a Franco y para ello llegó a imprimir un pequeño libro con imágenes del evento.

El ministro de la Presidencia quiso apuntarse el tanto de desenterrar a Franco y para ello llegó a imprimir un pequeño libro con imágenes del evento.
Dos páginas de la fotonovela creada por Bolaños tras la exhumación de Franco. | Ministerio de la Presidencia

Con una tirada al parecer muy corta y sin pie de imprenta ni editorial, pero impreso y con tapa dura, el entonces secretario general de la Presidencia, hizo un librito con formato de fotonovela sobre la "exhumación y reinhumación de Francisco Franco" en el que se presenta como protagonista de un evento en el que no jugaba el papel principal, ni mucho menos, desde el punto de vista institucional.

Lo primero que llama la atención del libro es que tiene un diseño muy amateur, los pocos textos están escritos en un tipo de letra del estilo que usaría un adolescente no muy espabilado para una presentación en el instituto y las fotografías son en su mayor parte mediocres, con algunos detalles francamente descuidados en no pocas de ellas, hasta el punto de que la mayoría no parecen el trabajo de un fotógrafo profesional.

Bolaños superstar

Tras una especie de portada interior en la que están el título y un pequeño texto y una gran imagen del Valle de los Caídos, el libro empieza con una doble página dedicada al propio Félix Bolaños, con cuatro fotografías en tres de las cuales el hoy ministro acapara todo el protagonismo.

Además, dando ya una idea del nivel de detalle del publirreportaje, el texto nos informa de que no se trata de la inhumación en sí, sino del ensayo, en el que Bolaños "fija los movimientos de cada uno de los miembros del dispositivo" porque "la coordinación tenía que ser perfecta, todos tenían que saber cómo actuar en cada momento y cómo reaccionar ante cualquier imprevisto". El heroísmo se mascaba en el ambiente.

La siguiente doble página también recoge el ensayo, en este caso con siete fotografías y Bolaños presente en seis de ellas: "Todo se ensayó, hasta el punto exacto donde debía parar el coche fúnebre", imaginen el drama si hubiese parado un metro más allá.

De ahí el libro salta al "briefing informativo" del 22 de octubre, en el que comparecieron el propio Bolaños y Miguel Ángel Oliver –en aquel momento secretario de Estado de Comunicación– ante el que había "mucho interés entre los periodistas".

El "despuntar el alba" en el Valle de los Caídos

La siguientes páginas están dedicadas a la "llegada al Valle de los Caídos antes de despuntar el alba". "El dispositivo están en marcha y los periodistas preparados" para un acontecimiento que, según la fotonovela bolañesca, es "esperado por muchos ciudadanos".

En estas páginas Bolaños introduce a otro protagonista: la por entonces notaria mayor del Reino, Dolores Delgado. Eso sí: siempre con una presencia mucho menor: sólo se la ve bien en unas pocas imágenes. También empiezan a aparecer fotografías de las pantallas de televisión en las que se estaba retransmitiendo el evento.

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"La imagen más icónica"... para sus protagonistas.

Esta parte termina con una profusión de imágenes sobre la salida del féretro de la basílica y, después, una primera fotografía muy ridícula de Pedro Sánchez al teléfono con cara de hacer algo muy importante. Las últimas tomas llevan un texto que es uno de los más reveladores de todo el libro en el que presume de que él mismo, Dolores Delgado y un subsecretario del Ministerio de la Presidencia "presencian el traslado del féretro y protagonizan la imagen icónica de la exhumación".

Sánchez, ese hombre intenso

Tras "la imagen más icónica" vuelve a aparecer Pedro Sánchez en tres fotografías –en una de las cuales se enseña la portada de El País en un móvil en primer plano– en las que el presidente vuelve a regalarnos su expresión más intensa de hombre que está haciendo cosas muy importantes.

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Pedro Sánchez, fingiéndose concentrado.

Después el libro nos lleva hasta Mingorrubio, prácticamente en el mismo helicóptero en el que se ha introducido "con alguna complicación" el féretro de Franco. Allí nos esperan de nuevo Bolaños y, en menor medida, Dolores Delgado, que vuelven a aparecer en el pequeño texto que acompaña a estas imágenes, por si se nos habían olvidado sus nombres.

Visitando las Trece Rosas

Casi a modo de despedida el libro nos obsequia con dos páginas sobre la visita que Pedro Sánchez hizo, el mismo día de la exhumación, al cementerio de la Almudena para homenajear a las famosas Trece Rosas.

Al autor o inspirador del libro de nuevo le puede un insólito afán de protagonismo: mientras el presidente aparece de espaldas y es casi irreconocible, Bolaños aparece en un generoso perfil en el que se le ve perfectamente.

Como a la página –diseñada en un fondo rojo imposible– le sobra un hueco colocan allí una foto de una mujer con una bandera republicana y el Valle de los Caídos al fondo, otro ejemplo del nulo sentido institucional del panfleto.

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El antes y el después… y los memes

En sus últimas páginas, el libro de Bolaños nos regala una docena de imágenes en las que se mezclan el proceso de exhumación con comparativas del antes y después de la basílica.

A esto le siguen las portadas de los periódicos del día siguiente, con El País ocupando tanto espacio como otras nueve cabeceras y, en un giro inesperado, una última página con viñetas de humoristas que, se diría que ante la falta de suficiente material del gusto de Bolaños, se completan con algunos memes recolectados en internet. El aspecto es de una pobreza total.

Según ha podido saber Libertad Digital el libro se produjo poco tiempo después de la exhumación de Franco en octubre de 2019. No nos constan las cifras de la tirada, pero todo apunta a que se trató de muy pocos ejemplares que se repartieron entre personas de confianza del Ejecutivo.

El panfleto no se entregó a periodistas y por tanto no tuvo prácticamente ningún impacto, si bien Pilar Gómez escribió una crónica sobre él en El Confidencial un par de años después, en enero de 2022.

Tras la exhumación de José Antonio esta misma semana, que ha tenido como es lógico mucho menos eco mediático del que tuvo la del dictador Franco, cabe preguntarse si Bolaños volverá a la carga con una segunda entrega sobre tumbas profanadas o en esta ocasión preferirá refrenar sus ansias creativas… y de protagonismo.

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