
Las elecciones del 28-M permitirán a Vox ganar poder territorial para ir consolidando poco a poco su estructura, después de años volcado en su actividad nacional. La formación podrá medir hasta qué punto le han afectado las crisis declaradas en provincias, la penúltima de ellas en Cantabria, donde ha dimitido la mitad de la Ejecutiva dejando al partido partido dividido en dos a las puertas de los comicios.
A pesar de la dificultad que supone configurar las listas electorales, los de Santiago Abascal presumen de haber logrado presentar candidaturas en 1.936 municipios, del total de 8.000 que hay en España, hasta cubrir el 82% de la población por tratarse de las localidades más pobladas. En la Comunidad de Madrid han conseguido tener candidatos en los 179 municipios que completan el mapa de la región.
Presencia en toda España
Habrá papeletas de Vox en todas las capitales de provincia, incluido territorios tan difíciles como Galicia, donde apenas tienen penetración, lo que no será impedimento para que vayan a hacer campaña, según trasladan fuentes del partido, que advierten de que no dejarán ninguna comunidad sin visitar, al margen de las expectativas electorales que pueda haber.
A las listas municipales se suman las candidaturas autonómicas que han intentado completar con perfiles más profesionales que políticos, con la vista puesta en los gobiernos regionales que aspiran a conquistar de la mano del PP, especialmente regiones como la Comunidad Valenciana, Murcia o Castilla La Mancha.
Estas cifras dan cuenta del importante salto cualitativo que ha dado Vox en apenas cuatro años, ya que en 2019 sólo lograron presentar candidaturas en 752 ciudades, lo que fue una auténtica proeza teniendo en cuenta que el partido acababa de conseguir sus primeros doce diputados en Andalucía seis meses antes.
Entonces consiguieron el 2,5% de votos que ahora aspiran a duplicar hasta superar, al menos, el 5% con más de 900.000 papeletas. En realidad, Vox podrá presumir casi de cualquier resultado ya que no se espera en ningún caso un retroceso, algo que se esfuerzan por destacar permanentemente al insistir en que "serán el partido que más crezca" el próximo 28-M.
Los termómetros que medirán la fortaleza de Vox
Sin embargo, será importante comprobar hasta qué punto el partido revalida los apoyos conseguidos hace apenas dos años en la Comunidad de Madrid; hasta qué punto les ha pasado factura en Andalucía lo sucedido con Macarena Olona; qué nota les ponen los catalanes después de dos años liderando la oposición; qué apoyo tienen en Murcia tras la crisis interna que derivó en la expulsión de tres de sus cuatro diputados o si son capaces de trasladar a nivel autonómico el liderazgo obtenido en Ceuta en las últimas generales.
La campaña permitirá además al nuevo secretario general, Ignacio Garriga, tomar contacto con todos los equipos provinciales, muchos de ellos renovados de cara a la cita del 28-M, y después de los incendios declarados bajo el mandato de Javier Ortega-Smith y su mano derecha, el vicesecretario de organización, Tomás Fernández.
Ambos se vuelcan ahora en la campaña de Madrid, donde el candidato ha sido objeto de todo tipo de críticas por el enfrentamiento que ha protagonizado con un okupa y un mantero a los que se dirigió en actitud provocativa, incluso "matona", según denunciaron el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís.
Ortega-Smith ha hecho tándem con Rocío Monasterio para oponerse al PP y tumbarle todas las medidas en los últimos meses, incluido los presupuestos del Ayuntamiento y la Comunidad, además de las nuevas normas urbanísticas de la capital o la rebaja de impuestos para atraer capital extranjero, todas de carácter económico.
El resultado del 28-M medirá hasta qué punto el partido ha acertado con esta estrategia de confrontación directa con el PP, así como la influencia que ha tenido la moción de censura que presentaron a nivel nacional para ganar presencia mediática con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas.

