El PSOE no cambiará de estrategia, pese al desastre del cara a cara de Pedro Sánchez con Alberto Núñez Feijóo. En los próximos días, los socialistas se centrarán en tratar de ganar el "posdebate" denunciando lo que, a su juicio, son "las mentiras" del presidente del Partido Popular. Desde la misma noche del debate, el PSOE ha lanzado una campaña en redes titulada #FeijóoMiente con la que tratan de "desenmascarar" a posteriori las afirmaciones vertidas en el debate.
En Ferraz saben que, tras su triunfo en el debate a dos, ahora Feijóo va a "exponerse lo menos posible". Una actitud que tratarán de enmendar los socialistas. "Va a no equivocarse", tercian altos dirigentes del partido que piden focalizarse en el presidente del PP pero sin olvidar los pactos con el partido de Santiago Abascal.
La oportunidad de oro para Sánchez será el debate a tres de Sánchez, Díaz y Abascal del día 19 en RTVE. Aunque es previsible que esta cita televisa no consiga la misma expectación que la de este pasado lunes cuando casi 5,9 millones de espectadores vieron al líder socialistas perder los nervios ante Feijóo.
Hablar de Vox
Antes, Sánchez tendrá una intensa agenda mediática. Este jueves, reaparecerá en una entrevista televisada y por la tarde estará en Santander. El sábado estará en Valencia y el domingo en un mitin en Barcelona. "Vamos a hablar de Vox porque, en estos 20 días, se han quitado las caretas para muchos", sentencia en el partido donde están convencidos de la erosión que todavía pueden causar al PP si denuncian sus pactos con Abascal en algunas autonomías.
Antes del debate a tres, Sánchez estará en la mañana del lunes en RNE. El presidente del Gobierno ha dejado para las últimas semanas algunas de las entrevistas radiofónicas que tenía pendientes. La otra se producirá este mismo jueves cuando acuda a los estudios de la Cadena SER. Por medio, tendrá que volver a desaparecer durante dos días para asistir a la cumbre UE-Celac en Bruselas. "Son compromisos ineludibles como presidente del Gobierno", afirman con cierta amargura en Moncloa donde saben que cada minuto de la campaña cuenta.
Entre las expectativas y el formato incómodo
En la cúpula del partido tratan de paliar el desastre culpando al "formato incómodo" y a los moderadores. "El ruido se cortaba. Impedía trasladar los argumentos", añaden como el aficionado que, tras la derrota de su equipo, señala al árbitro. Nadie quiere pronunciar la palabra derrota pero deslizan que el desempeño de Pedro Sánchez no fue el esperado. "El presidente lo intentó con mayor o menor acierto", matizan en la dirección donde lamentan que no le dejasen "hablar de propuestas".
Durante las últimas semanas, el PSOE había vendido la piel del oso antes de cazarlo. Culpaban a Feijóo de no aceptar más debates y sentenciaban que era por el miedo que, a su juicio, tenía el presidente del PP a enfrentarse con Sánchez.
"Las expectativas son difíciles de controlar", tercian ahora en Ferraz y recuerdan que "el presidente en el Senado siempre ha ganado". Lo cierto es que, como recordó Feijóo, se trataba de dos formatos distintos donde el presidente tenía más tiempo que el líder de la oposición. En Moncloa no se apean del argumentario y dicen que "Feijóo se vuelve a esconder para contar mentiras" y creen que no quiere confrontar más con Sánchez "porque le han pillado".