
ERC y Bildu saben que, si la izquierda suma, será decisivos para revalidar una nueva legislatura de Pedro Sánchez en la Moncloa. "Lo que va a pasar en España lo van a elegir ERC y Bildu", ha advertido en más de una ocasión Gabriel Rufián. El líder de los separatistas vascos, Arnaldo Otegi, y el de los catalanes, Oriol Junqueras, apuestan por negociar un "referéndum conjunto".
Un peaje que Sánchez, de momento, rechaza. "No hay un referéndum de autodeterminación, ni lo habrá", ha afirmado el líder socialista en una entrevista en Al Rojo Vivo de la Sexta donde Antonio García Ferreras le ha preguntado si esta afirmación es en firme, al recordarle otros incumplimientos como el de los indultos, la reforma de la sedición y la malversación.
"En primero, por convicción personal y política. En segundo lugar, porque ninguna Constitución reconoce el derecho de autodeterminación", ha añadido Sánchez. También ha tenido un pequeño tirón de orejas a la Sexta lamentando que "en un medio de comunicación que tiene un enfoque más progresista "que otros "nos hacemos un flaco favor al defender la unidad de España desde el no". "Yo quiero ser el del sí", ha sentenciado.
Sánchez también ha enmarcado dentro de la "campaña" las afirmaciones de Rufián afirmando que presionaron a Sánchez para conseguir los indultos. El líder del PSOE ha pedido que, para evitar seguir dependiendo de las dinámicas de Bildu y ERC, "voten más" a los socialistas.
Aferrándose al narco
En la recta final de la campaña, Pedro Sánchez ha sacado la relación de hace 30 años entre Alberto Núñez Feijóo y Marcial Dorado. Al líder socialista le parecen "inquietantes" y ha acusado al presidente del PP de mentir.
"Ha perdido la oportunidad de aclarar la relación con este narcotraficante y que las excusas de que no existía Google e Internet caen por su propio peso", ha afirmado mientras que se ha defendido, de no sacar este asunto en el cara a cara, porque quiere hacer "una campaña en positivo".
Sánchez ha hecho autocrítica afirmando que "tenía que haber ido más" a los medios de comunicación no progresistas para "conversar con esa otra España" que, según ha lamentado, le "han caricaturizado de una forma irreal".

