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Junts exige ahora a ERC una convocatoria anticipada de elecciones en Cataluña

El partido de Puigdemont trata de debilitar al gobierno en minoría de Pere Aragonès en Cataluña en paralelo a las negociaciones en Madrid.

El partido de Puigdemont trata de debilitar al gobierno en minoría de Pere Aragonès en Cataluña en paralelo a las negociaciones en Madrid.
El presidente de la Generalidad catalana, Pere Aragonès. | Europa Press

Junts ha salido de las elecciones del pasado 23-J en pleno estado de euforia. Tiene las llaves de la gobernabilidad en España y pretende aprovechar la circunstancia para debilitar aún más a su gran adversario en el campo separatista, ERC. Tras descartar la unidad de acción independentista que le reclamaba el partido republicano, la formación de Puigdemont estrecha el cerco sobre el gobierno de la Generalidad, que ostenta ERC con tan sólo 33 diputados sobre un total de 135 tras la salida de Junts per Catalunya (JxCat) del Govern el pasado octubre.

En Junts han detectado la debilidad de ERC tras dos batacazos electorales seguidos, en las municipales y en las generales, en las que pasaron de 13 a 7 diputados, los mismo que JxCat, que sólo se dejó uno en la gatera respecto a las generales de 2019. Oriol Junqueras está desparecido, Gabriel Rufián ha sido degradado en favor de Teresa Jordà y la única autoridad del partido es la de Marta Rovira, que opera desde Ginebra con un control relativo del día a día de su formación.

En el contexto de las negociaciones para la composición de la Mesa del Congreso y la Investidura, Junts ha decidido añadir un nuevo expediente a la agenda estival y exige a Pere Aragonès, el presidente de la Generalidad, que convoque elecciones. Lo ha hecho a través de Antoni Castellà, una de las figuras emergentes del entorno de Puigdemont. Castellà, en declaraciones a la agencia Efe, ha arremetido contra Aragonès, a quien ha tachado de "presidente tutelado" y "desautorizado" por su propio partido. También le ha pedido que "reflexione sobre si vale la pena aguantar esta agonía", en relación a la parca minoría que sostiene al ejecutivo autonómico catalán.

Portavoz cualificado

Castellà se ha erigido en uno de los portavoces de Puigdemont a pesar de que no es propiamente militante de Junts, sino de una minúscula formación denominada "Demòcrates de Catalunya" coaligada con JxCat. Pero no habla en calidad de representante de ese partido sino como portavoz del fantasmal Consell de la República de Puigdemont. De modo que sus palabras cuentan con el aval del prófugo y sus mensajes cuentan con el aval de Waterloo.

"Se convocan elecciones, se replantea la estrategia y se somete a un proceso plebiscitario al pueblo de Cataluña. Si el pueblo te da la confianza y de allí sale un Govern fuerte, sea de unos, de otros, o en coalición, esto te reafirma y te legitima para iniciar este nuevo ciclo que tenemos ante el Estado español. Es lo más limpio, ético y democrático", ha llegado a declarar hace unas horas el también antiguo miembro del partido de Duran Lleida, la extinta Unió Democràtica de Catalunya.

Castellà también ha propuesto unas primarias de las fuerzas del entorno de Puigdemont a la vuelta de las vacaciones para elegir candidato a la Generalidad. En ese ámbito cobra fuerza el nombre del exconsejero del gobierno de Puigdemont, Josep Rull, indultado por Pedro Sánchez y sobre quien ya no pesa pena de inhabilitación alguna. Pero Castellà, que ha dicho que Rull es su amigo y que le asisten grandes virtudes, no ha querido explicitar su apoyo para ese dirigente, que en su día formaba parte de los conocidos en Convergencia como los "talibanes", un grupo de jóvenes orquestados alrededor del hijo de Pujol Oriol Pujol.

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