Fue una hora de reunión en un edificio aledaño a la Carrera de San Jerónimo. Como únicos testigos, la bandera de España y la de la Unión Europea. Todo lo que se dijo dentro sólo lo saben dos personas: Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. En lo que coinciden ambas partes es en señalar que, pese a las notables diferencias, no hubo tensión.
Una gran parte de esos sesenta minutos giró en torno a la situación en Israel tras los atentados de Hamas. El líder de la oposición también se mostró "preocupado" por la posición "de buena parte de los socios del Gobierno" por sus simpatías con Hamas tras el asesinato de más de 700 israelíes. En el centro de los reproches, los tuits de Tesh Sidi, una diputada de Sumar, que nada más conocerse la matanza terrorista decidió exhortar "la lucha palestina".
Fuentes próximas a Sánchez señalan que el líder socialista le trasladó que de "las palabras de una miembro de Sumar, responderá Sumar". También recalcó que "la política exterior la marca" el presidente del Gobierno y defendió que fue "de los primeros líderes mundiales" en condenar "el ataque terrorista" y en utilizar el término "terrorismo".
Ambos han compartido información sobre el conflicto de Oriente Medio y de la posición que España defenderá este martes en una reunión de emergencia de los Ministros de Asuntos Exteriores de la UE. Sánchez le adelantó que España va a posicionarse en contra de cortar "la ayuda humanitaria" a Palestina "cuando más está sufriendo la población civil". Se trata de los "fondos de desarrollo de casi 700 millones de euros" que Israel sospecha que Hamas desvía para financiar su terrorismo.
¿Error histórica?
El presidente del Gobierno en funciones evitó mencionar la palabra amnistía. Feijóo trató de sonsacarle la palabra pero no lo consiguió. Incluso le advirtió del "error histórico" que podría cometer si saca adelante la norma. "No lo creo", fue la respuesta de Sánchez que se mostró "seguro" de su reelección como presidente. Incluso emplazó a un próximo encuentro tras su investidura, que sigue sin fecha pese a los intentos del popular por tratar de sonsacarle la agenda. "Nos tenemos que ver cuando vuelve a ser presidente", le espetó a Feijóo.
Fuentes socialistas señalan que la reunión culminó con Sánchez pidiéndole "respeto" a la "fiesta nacional del 12 de Octubre" y su "contención en su intento desesperado de agitar la calle". Es decir: endosándole al PP un posible abucheo este jueves. El líder socialista le acusó de "una instrumentalización partidista" del 12 de octubre y le reprochó que se haya "faltado al respeto al Jefe del Estado".