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El PSOE habla ya de "hartazgo" con la alcaldesa constitucionalista de Pamplona y no descarta echarla como pide Bildu

La socialista María Chivite califica como negativo el ambiente en el Ayuntamiento de Pamplona y critica la forma de gobernar de la alcaldesa de UPN.

La socialista María Chivite califica como negativo el ambiente en el Ayuntamiento de Pamplona y critica la forma de gobernar de la alcaldesa de UPN.
La candidata socialista María Chivite no ha conseguido la mayoría absoluta para ser elegida presidenta de Navarra. | EFE / Jesus Diges

Trompetas de guerra en Pamplona. El 28M ganó las elecciones al Ayuntamiento de Pamplona un partido constitucionalista -UPN-. Bildu fue la primera fuerza "progresista", según afirma el PSOE y los proetarras. Pero las elecciones generales del 23J estaban a la vuelta de la esquina y el PSOE convenció a los de Arnaldo Otegi para no hacerse un harakiri político en el Ayuntamiento perdiendo opciones de controlar todo más tarde: el Gobierno foral de Navarra, el nacional. Y hasta el local en el momento en el que quisieran expulsar a la alcaldesa de UPN porque gobierno en minoría y con permiso del PSOE. Pues bien, las elecciones del 23J ya han pasado y la música empieza a sonar distinto para UPN. El PSOE habla ya de "hartazgo" con la alcaldesa constitucionalista de Pamplona y no descarta echarla tal y como pide Bildu. Las frases han sido pronunciadas por la presidenta del Gobierno de Navarra, la socialista María Chivite. Las ha lanzado la semana pasada y lo ha hecho ante periodistas del País Vasco.

Contundente en sus palabras

Chivite fue preguntada por una posible moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona para echar a Cristina Ibarrola, la alcaldesa de UPN. Y la respuesta fue la siguiente: "El ambiente no es positivo en el Ayuntamiento de Pamplona. El gobierno de Cristina Ibarrola es un gobierno en minoría pero no sé si es consciente de ello". Chivite fue a más y recordó que Ibarrola "no cuenta con apoyos y no pretende sumar apoyos y esa no es la manera de gobernar. No son las formas de gobernar. En estos momentos hay ya una situación de hartazgo". La presidenta navarra fue consciente en ese instante de la contundencia de sus palabras y quiso matizarlas, pese a lo que la explicación sonó a una mera cuestión temporal: "Acabamos de empezar el mandato y veremos cómo evoluciona. No estamos hablando de los términos de una moción de censura pero veremos cómo seguimos. Todo puede reconducirse".

Lo cierto es que Cristina Ibarrola (UPN) fue investida tras las elecciones del 28M como alcaldesa de Pamplona. Bildu quería la plaza argumentando que era la fuerza "progresista" más votada y que ese era el pacto con el PSOE-PSN: el de apoyarse en cruzado a mayor gloria de los proetarras y los socialistas en los distintos territorios y elecciones. El PSOE, por su parte, sabía que la foto de un gran pacto con Bildu en puertas del 23J le mataba electoralmente. Y el resultado fue el de permitir que UPN gobierne en Pamplona. Teóricamente.

Pero no tardó mucho en verse el perfil que podría tener esa gobernabilidad, teniendo en cuenta los siguientes movimientos del PSOE y Bildu. Y es que quedaron de inmediato ambas formaciones para negociar un frente común de oposición a UPN. Un bloque al que rápidamente les prometió apoyo Geroa Bai en todas las materias que afectasen al avance separatista, el vascuence y las cuestiones "sociales". Y ese bloque, confirmado el mismo día del pleno de investidura de Ibarrola por socialistas y proetarras, suma 15 concejales (uno más con los también separatistas de Zurekin) frente a los once de UPN (9 concejales) más PP (dos sillas).

Y es que Ibarrola, por ahora, cuenta con los votos de sus 9 concejales de UPN y los dos de los ediles del Partido Popular de Navarra. En total, 11. La mayoría absoluta en el Consistorio pamplonés es de 14 en un pleno con 27 ediles. Y pudo ser investida porque en segunda vuelta, cuando ningún candidato logra el respaldo de la mayoría absoluta en la primera vuelta, es nombrado alcalde el candidato más votado en las elecciones.

Los ocho concejales de Bildu, segunda fuerza más votada en el Ayuntamiento, apoyaron a su candidato Joseba Asiron, que sumó los votos de Geroa Bai (2) y Zurekin -Contigo Navarra- (1). La tercera fuerza en el Ayuntamiento, el Partido Socialista de Navarra, que cuenta con 5 representantes, votó a su candidata, Elma Saiz. Y, como no hubo una mayoría absoluta, se dio paso a una segunda vuelta donde ganó automáticamente, por ley electoral, el candidato más votado el 28-M: Ibarrola, la candidata de UPN. Pero todo eso puede cambiar en el momento que los socialistas quieran.

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