Perseguido por ETA desde su juventud. Y marcado por Bildu en su madurez. Ese es el nombre -Carlos García- que ha escogido Alberto Núñez Feijóo para ocupar la vicesecretaría general del PP vasco en directa coordinación con el candidato a las nuevas elecciones autonómicas, Javier de Andrés.
Feijóo se ha tomado en serio la renovación del PP vasco. Y, frente a quienes pedían un partido de extrañas cercanías al PNV, el modelo parece caminar por derroteros muy distintos. La última pieza elegida para el equipo ‘popular’ vasco ha sido Carlos García. Y su historia es fácil de resumir: ETA no ha dejado de perseguirlo, amenazarlo y marcarlo.
Carlos García (Bilbao, 1980) se afilió al PP en 1997, el mismo año del secuestro y brutal asesinato de Miguel Ángel Blanco. García, de hecho, siempre defendió que su decisión de entrar en las listas estuvo directamente relacionada con la barbarie cometida contra el también concejal popular de Ermua. ETA buscaba la diáspora de los votantes constitucionalistas y la muerte de sus representantes. Y hacían falta candidatos a concejal en los distintos municipios vascos.
Desde 1999 fue concejal del PP en distintas localidades del País Vasco. Cuatro años en Sondica y ocho en Bilbao, supusieron su consolidación como político vasco. Y español, claro está. Acompañado siempre de la amenaza de ETA.
El pacto que permitió echar a los proetarras
En mayo de 2011 Carlos García entró como concejal en Elorrio. Y en las últimas elecciones del 28-M lo hizo en Durango, feudo especialmente deseado por el partido heredero de ETA. Y lo hizo a mayor odio de Bildu: el pacto de Carlos García y el PP con el resto de fuerzas permitió desalojar del Ayuntamiento a los proetarras. Todo ello, gracias igualmente a un pacto que podría haber servido como ejemplo en el resto de España: el candidato de Vox dio un paso atrás para permitir la reunificación del voto y sacar a los proetarras de la alcaldía.
Por desgracia, el ejemplo no cundió y se quedó en un éxito local en Durango. Pero Bildu no dejó pasar la ocasión para recordar su herencia. Y recordársela a García. Porque el ‘popular’ volvió a ver la amenaza en las calles como la tuvo que ver cuando fue señalado por ETA recién incluido en las listas del PP con 19 años.
Bildu lo tenía claro. Tras los comicios, el popular Carlos García había anunciado ya que otorgaría su apoyo a la candidata del PNV con el único objetivo de desalojar a la formación proetarra del poder y así fue. Su voto fue decisivo para desalojar a la candidata de Bildu, apoyada por Podemos. Si García no hubiera votado a favor del PNV, Bildu se habría hecho con el bastón de mando al ser la lista más votada.
Amenazado de nuevo
La respuesta fue rápida por parte de Bildu: el socio preferente de Pedro Sánchez volvió a viejas prácticas: al marcado de políticos del PP. Distribuyó pasquines marcando al líder del PP en la localidad, Carlos García. "Nos preocupa que el PP (a quien Vox cedió su candidatura) haya entrado en el consistorio. El candidato ultraderechista que proviene de Bilbao ha basado su campaña en mentiras, amenazas y falsas acusaciones", señalan el pasquín amenazante.
Carlos García formará ahora equipo en la cúpula del PP vasco con Javier de Andrés y Esther Martínez.