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El PSOE apuesta por registrar este lunes la ley de amnistía cocinada por los "asesores" de Bolaños y Puigdemont

La norma está ahora en manos de ERC para su revisión. Si no hay sorpresas, este lunes se registrará.

La norma está ahora en manos de ERC para su revisión. Si no hay sorpresas, este lunes se registrará.
Santos Cerdán durante la rueda de prensa posterior al pacto. | EFE

El reloj marcaba las 5 de la mañana del jueves 9 noviembre cuando Junts y el PSOE alcanzaron un acuerdo sobre la ley de amnistía. Ese día es el que se habían puesto, a principios de semana, como fecha límite para cerrar el pacto que investiría a Pedro Sánchez. A los de Puigdemont les gustaba porque la efeméride evocada la consulta ilegal organizada por Artur Mas. A los socialistas les atraía porque, tras el portazo del viernes pasado, no querían perder más tiempo.

El acuerdo político, es decir la inmensa lista de cesiones que se conocieron este jueves, llevaba tiempo cerrado. "Desacuerdo en todo pero hablamos de todo", define una de las personas que estaban en Bruselas. La idea ahora es crear "un marco" de negociaciones pero, dado el historial de Pedro Sánchez, la sociedad española se teme que el punto final no sea un término medio sino más próximo a las reivindicaciones de Junts.

Durante los últimos días, los intercambios de papeles fueron constantes para limar "los aspectos técnicos de la ley de amnistía". El sí final lo dio desde Madrid el ministro de Presidencia, Felix Bolaños, que ,pese a ser abogado, ha relevado a los 3 ministros del Gobierno que provienen de la carrera judicial (Pilar Llop, justicia; Fernando Grande Marlaska, interior, y Margarita Robles, Defensa).

"Aquí el que pincha y corta es Bolaños", sentencian otras fuentes sobre el ministro de Presidencia, cuyos pasados acercamientos pasado al sistema judicial no son nada halagüeños. El hombre fuerte de Moncloa fue el cerebro de la operación que trató de cambiar las mayorías en el Constitucional, mediante enmiendas a una norma que se estaba tramitando sobre el Código Penal. La "chapuza legislativa" fue tumbada por el Tribunal de Garantías, que también se planteó suspender el pleno en el que se debatía.

El cerebro de la norma

La norma cocinada por Bolaños y los "asesores jurídicos" del PSOE y Junts está ahora en manos del resto de grupos que la van a apoyar (Sumar, PNV, ERC, Bildu y BNG) Ellos tienen que darle el visto bueno antes de estampar su firma.

Si no hay retrasos, lo previsible es que se registre el lunes en el Congreso. El martes a las 10:00 de la mañana se reúne la mesa de la Cámara Baja aunque es difícil que la norma llegue a ser calificada . La decisión de registrar la ley antes del pleno de investidura, que comenzará con toda probabilidad el miércoles, es otra de las cesiones a Puigdemont que quería compromisos serios de su tramitación.

La norma no hablará del lawfare. Eso quedará para las comisiones parlamentarias. Casos como el Laura Borrás o Gonzalo Boyé no estarán incluidos pero el Ejecutivo ha aceptado estudiar si pueden acogerse a otras medidas de gracia más adelante.

Una firma casi oculta

Tras ver todas las cesiones, y con la Ley de Amnistía ya redactada, el secretario general de Junts, Jordi Turull, cruzó los 300 metros que les separaban y se dirigió al hotel bruselense donde estaba Santos Cerdan, el Sofitel. Dicen los presentes que había un "buen ambiente" y un trato "cordial" .

El emisario de Puigdemont y el de Sánchez se saludaron y estamparon su firma al acuerdo político cuando ya eran casi las 11 de la mañana. No hubo fotos por decisión de las dos comitivas. En ese momento, el PSOE convoca a una rueda de prensa. Sería en el mismo hotel.

Los socialistas llevaban horas tratando de buscar una sala para dar a conocer el acuerdo. No encontraron otro auditorio disponible y acabaron por decantarse por el mismo sitio en el que se hospedaban que, tras un rifirrafe, acabó aceptando que una de sus salas se convirtiese en una delegación de Ferraz y, por una hora, en el centro neurálgico de la política española.

En el PSOE hay dudas sobre las "dotes comunicativas" de Cerdan. Algunos creen que no era el mejor para transmitir un acuerdo tan relevante pero Sánchez y la cúpula del PSOE no dudaron en que su número 3 tenía que ser el escogido para quemarse en tamaña misión.

¿Sabotear la rueda de prensa?

La premura de la convocatoria y el gran interés mediático casi desborda al PSOE. Entre el auditorio detectaron a "cinco asesores de Vox" que "se colaron" como periodistas, según fuentes que estaban allí. Habían sido identificados por su "estética" y un alguna advertencia de otros asesores comunitarios del PSOE en Bruselas.

El temor de Ferraz era que reventasen la rueda de prensa al grito "de traidor" así que llamaron a la policía para que les desalojasen el hotel. Pasadas las 12 de la mañana, Cerdan comenzó a hablar. En el PSOE contenían el aliento esperando que nadie se levantase con proclamas en contra del pacto. No pasó pero, a las pocas horas, era la calle Ferraz la que ardía fruto de la indignación.

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