Alberto Núñez Feijóo no está dispuesto a caer más veces en las trampas que le coloca Pedro Sánchez. El permanente ninguneo del presidente del Gobierno, sumado a sus constantes "cambios de opinión", ponen en guardia al PP ante una posible reunión entre ambos que, de momento, no parece cercana. Será difícil que pueda celebrarse antes de final de año, como pretende el Jefe del Ejecutivo.
De haber puesto ya fecha al encuentro, éste podría haber coincidido con la votación de la moción de censura en Pamplona, que tendrá lugar el próximo 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. O con un futuro encuentro entre Sánchez y Puigdemont que el prófugo querría llevar a cabo antes incluso de ser amnistiado, en el próximo mes de enero.
En este escenario, los populares han puesto como condición indispensable conocer por escrito la agenda del día que quiere abordar el presidente, para evitar lo ocurrido en la última cita cuando, esa misma mañana, se filtraron a El País los asuntos que se iban a tratar. Un contenido que desconocía el PP y del que fue informado a través de los medios.
Sánchez procedió de la misma forma al anunciar sus intenciones de llamar a Feijóo para reunirse con él antes de final de año, durante un corrillo con periodistas. De nuevo, volvió a trasladar a los medios sus intenciones de abordar la renovación del CGPJ, la reforma del artículo 49 de la Constitución y la financiación autonómica, sin haber siquiera contactado con el líder de la oposición.
Cinco días después, a unas horas de que la amnistía iniciara su trámite parlamentario, el gabinete del presidente contactaba con el del PP para intentar fijar una fecha, y presionaba para que fuera antes de final de año. Feijóo se resistió a hablar del día antes de conocer el contenido del encuentro. Sólo tres días después se conocía que el PSOE había pactado entregar la alcaldía de Pamplona a Bildu, y una reunión entre Sánchez y Puigdemont.
En este escenario, en el PP entienden que no existe una voluntad real de reunirse con Feijóo, más allá de pretender "blanquear" sus acuerdos y reuniones con los separatistas, en una jugada que recuerda a lo ocurrido con el CGPJ hace dos años cuando, a punto de cerrar el acuerdo y después de haber garantizado que no aprobaría los indultos a los separatistas, se supo que iban a ser aprobados.
"Pido un poco de rigor cuando se quiere reunir con el primer partido de España, un poco de rigor", reclamó Feijóo el pasado jueves desde Bruselas, visiblemente molesto por las formas de Sánchez. A preguntas de los periodistas en rueda de prensa, el líder del PP incluso dejó en el aire que acabe celebrándose el encuentro, a la vista del escenario. "En caso de que se produzca esa reunión, no sólo se hablará de lo que le interesa al PSOE, también de lo que quiere el PP", advirtió.
Así las cosas, la reunión entre ambos parece encontrarse en una fase aún preliminar, a la que seguiría el intercambio de notificaciones oficiales entre ambas partes para fijar un orden del día, al que después seguiría una nueva negociación sobre la fecha, teniendo en cuenta la desconfianza que despiertan en el PP las intenciones de Sánchez.