La política puede ser una vía para enriquecerse personalmente. Sánchez y su familia son un claro ejemplo de ello. Desde que en 2019 el socialista llegó a la Moncloa, la posición económica de sus familiares se ha visto claramente mejorada. Begoña Gómez dejó "sus negocios" por el nuevo cargo de su marido, pero luego, lo que ha ocurrido pone en jaque la presidencia de Pedro Sánchez: desde la cátedra en la Complutense al Africa Center... Su hermano ha conseguido un cargo de dirección en la diputación de Badajoz y por último, el gestor de la empresa de su familia ha recibido subvenciones para alquilarse los propios locales que tenían.
Por otro lado, La peor oposición contra Sánchez es el propio Sánchez antes de llegar a La Moncloa. Al ahora presidente del Gobierno se le llenaba la boca de hablar sobre corrupción y honradez. Llegó a dedicarle unas palabras muy graves al presidente Rajoy, el cual, nunca estuvo imputado ni nadie de su familia. El Sánchez de aquel entonces le exigía su dimisión tras ser citado como testigo, pero ahora, que es Sánchez el citado, su mujer está imputada y su hermano investigado, calla.
Desde que han salido a la luz todos estos escándalos, desde el Ejecutivo se han encargado de mandar un mensaje a la ciudadanía: "Todo es fango, ultraderecha, bulos y desinformaciones de tabloides digitales". Lo que no han hecho desde el gobierno socialista es dar ninguna explicación ni argumento con datos que desmonten las informaciones publicadas, entre otros, por esta casa.