
El Partido Popular calienta motores para un curso político muy difícil en el que podría acabar precipitándose la legislatura. Si el Gobierno no logra sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y el cupo catalán, podría peligrar la supervivencia de Pedro Sánchez. Consciente de la trascendencia del año que se avecina, Alberto Núñez Feijóo intensificará aún más su batalla para poner coto al Ejecutivo.
Recuperado ya de su operación de desprendimiento de retina, el presidente del PP ha reaparecido esta semana para avanzar que en septiembre liderará un encuentro con los presidentes autonómicos de su partido. Se trata de un cónclave para abordar el grave problema de la financiación autonómica y la amenaza de que Cataluña acabe teniendo una Hacienda propia.
"Estamos ante una emergencia nacional", ha advertido Feijóo. El control fiscal por parte del gobierno catalán no sólo pone en peligro la solidaridad entre regiones, abre la puerta a que el resto de comunidades soliciten el mismo trato, convirtiendo así a España en un "país de países", en un "Estado plurinacional", como defiende el PSOE. Los gobiernos autonómicos del PP ya han anunciado recursos en los tribunales en una batalla que se prevé muy dura.
Al igual que hicieron con la Ley de Amnistía, el PP ha anunciado que presentará mociones en los ayuntamientos, parlamentos y diputaciones para defender la igualdad de los españoles y, con ello, intentar retratar a los socialistas que todavía puedan ruborizarse ante los planes de su jefe. El PP lleva días endureciendo su crítica a los barones del PSOE pidiéndoles hechos y no se invitan a engaño, pero creen necesario dejar constancia de hasta dónde llega la supuesta disidencia socialista.
Begoña Gómez, Venezuela y el Delcygate
En septiembre se esperan también avances sobre el caso Begoña Gómez y el PP ya ha anunciado que llamará a Pedro Sánchez a la comisión de investigación del Senado, aunque todavía no ha fijado fecha. Dado que la investigación podría acelerarse a la vuelta del verano, no es descartable que el presidente acabe teniendo que comparecer en el próximo mes de septiembre.
Se trata también del mes elegido para la ofensiva institucional puesta en marcha en defensa de la libertad y la democracia en Venezuela. En el próximo Pleno del Parlamento europeo el PPE llevará una declaración para reconocer a Edmundo González como presidente electo del país tras el fraude electoral de Nicolás Maduro. Además, llamarán a José Luis Rodríguez Zapatero para que comparezca en la Comisión de Exteriores y se pronuncie, al fin, sobre lo ocurrido.
El expresidente puede negarse a acudir, lo que según fuentes parlamentarias en Bruselas sería todo un escándalo, dado que se trata de un presidente español, líder además de los observadores internacionales que, supuestamente, tenían que velar por la limpieza de las elecciones.
El silencio cómplice, además de las cuestionadas relaciones económicas y políticas que mantiene con el régimen, compromete directamente a Pedro Sánchez, que ha exhibido a Zapatero como símbolo del PSOE en plena campaña electoral. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha salido incluso en su defensa asegurando que "agradecen y valoran" su labor en Venezuela, sin aclarar en qué consiste.
El PP deslizó, durante su comparecencia en el Senado, la posibilidad de que su papel cómplice con Maduro esté relacionado incluso con las conocidas maletas de Delcy, la vicepresidenta de Venezuela que aterrizó en Madrid y fue recibida por José Luis Ábalos pese a tener prohibida la entrada en suelo europeo. Un caso que ha acabado teniendo vínculos con el de Begoña Gómez.
Los de Feijóo intentará desentrañar la compleja maraña que rodea al presidente del Gobierno, con su hermano también bajo lupa por el contrato que firmó con la Diputación de Badajoz y el posible fraude fiscal al que se enfrenta. De momento están en la fase de exigir explicaciones pero, a la vuelta del verano, podrían producirse más anuncios sobre la actuación que llevarán a cabo para denunciar la corrupción que rodea al Gobierno.

