
Hubo que esperar más de media hora de discurso hasta que Pedro Sánchez entrase en harina y empezase a hablar del elefante en la habitación que estaba en la sala Ramón Rubial de Ferraz: la financiación autonómica y el concierto catalán. El líder del PSOE no mencionó el acuerdo entre PSC y ERC, que habla de la cesión del 100% de los tributos, pero sí se mostró "dispuesto" a "reconocer singularidades" a todas las CCAA "que lo deseen".
"Si se diseña bien, esta nueva etapa autonómica podría ser más justa", terció ante el Comité Federal del PSOE. El presidente del Gobierno y secretario general de su partido puso de ejemplo a Alemania y Canadá pese a que, hace sólo unos días, el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, lo desmintió en una entrevista en El País en la que acusaba al PSOE de "asumir post-mortem" el "relato del procés".
El exministro de Exteriores y Hacienda aseguraba que los länder alemanes, pese a recaudar el 100% de los impuestos, "no se quedan con la recaudación" sino que "la ingresan en la caja federal y desde ahí se redistribuye". En cambio, el pacto entre PSC y ERC habla de la gestión de todos esos tributos, además de limitar a la solidaridad interterritorial a un nuevo principio de ordinalidad.
Sánchez trató de rehuir las críticas asegurando que "la financiación autonómica no es entre territorios sino entre modelos". A un lado, estaría el del PSOE y a otro "el de la derecha" que busca beneficiar "el bolsillo de los de arriba". "Piden con una mano mientras con otra mano dan regalos fiscales", acusó desde la tribuna de Ferraz. Tras arremeter contras las comunidades del PP, a las que pidió "corresponsabilidad" y limitar "los regalos fiscales", Sánchez aseguró que "su mano está tendida" y que "pactarán".
Más entusiasta estaba ante la presencia en el Comité Federal de Salvador Illa. El líder del PSOE mostró "su orgullo" por tener un presidente socialista al frente del Ejecutivo catalán y lamentó "cuantas amistades se han roto" por el proceso separatista, que ya dio por finiquitado.
Recordando el Comité Funeral
Sánchez trató de mostrar su lado más sentimental al hablar de su proceso de reclusión para "reflexionar" sobre su futuro, justo cuando se abrían las primeras diligencias contra su mujer, Begoña Gómez, por corrupción. El líder socialista fingió emocionarse con el recuerdo de las "muestras de comprensión" que tuvo "en las redes, ahí afuera y en los medios de comunicación".
El homenaje a su esposa, que está imputada por corrupción, se extendió al afirmar que "ser presidente también puede ser duro" porque implica" que su pareja "paga un coste altísimo" y culpó de todo a las "fake news que campan a sus anchas". Sánchez afirmó que todo "le hizo mella" pero que, tras recluirse durante casi una semana, sentenció que "merece la pena" seguir al frente del Ejecutivo.
Obviando la imputación de su mujer, de su hermano y la más que previsible de su ex secretario de organización y exministro de Transportes, José Luis Ábalos, Sánchez aseguró que hoy en España hay "un Gobierno limpio" que puso fin a la corrupción. No fue la única mención. En otro momento, se erigió como baluarte regenerador que "combate la corrupción" y que "no la tapa", pese a las escasas explicaciones que ha dado sobre los patrocinios de la cátedra y el máster de su mujer o la fortuna de su hermano.
Ridiculizando la okupación
Sánchez volvió a culpar de todo a la ultraderecha que "invoca el miedo y el odio e infunde toda clase de bulos". Incluso puso de ejemplo "las supuestas okupaciones" de vivienda, pese a que, según el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior, en 2023 se registraron 15.289 casos de allanamiento o usurpación de inmuebles en toda España.
El líder socialista aseguró que todo es una estrategia para "desmontar el Estado del Bienestar" que "nuestros padres levantaron" y sustituirlo por "privatizaciones". Sánchez pidió a su partido "poner de moda el optimismo", pese a que tiene "mala prensa" porque "lo que da audiencia y retuits es seguir a unos agonías que vaticinan tragedias que no acaban produciéndose". "España vive uno de los mejores momentos de las últimas décadas", aseguró como slogan.
Edmundo González, "un héroe"
Una de las partes más novedosas fue su recuerdo al candidato opositor venezolano, Edmundo González, al que calificó como "un héroe" y prometió que "España no le va a abandonar". El apoyo llega sólo unos días después de que la Fiscalía chavista solicitase su detención. Sánchez incluso equiparó a la Venezuela de Nicolás Maduro con la Rusia de Vladimir Putin al elogiar a los "activistas" por la democracia en estos dos países.
Sánchez anunció su candidatura al próximo Congreso del PSOE, que se celebrará en Sevilla los días 29, 30 de noviembre y 1 de diciembre, porque tiene "un proyecto de futuro". Pese a que su reelección no es ninguna sorpresa, el Comité Federal se puso en pie para ovacionarlo. El líder del PSOE pidió "nuevas ideas, ambición para que podamos construir la mejor España" y para lograrlo pidió "rigor en los debates" y "abrir las puertas a la militancia".