Pedro Sánchez arranca mañana la ronda de encuentros "bilaterales" con las Comunidades Autónomas, la primera que se lleva a cabo con los presidentes del PP después de más de un año gobernando y, a 24 horas de su inicio, todavía no ha remitido un orden del día a los líderes convocados, según ha podido confirmar Libertad Digital por fuentes del Gobierno y del PP.
El presidente no ha enviado aún al Lehendakari, Imanol Pradales y a los presidentes de Andalucía, Juanma Moreno, y de Galicia, Alfonso Rueda, una agenda de asuntos a tratar, como ha solicitado la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que condiciona su presencia en Moncloa a conocer con antelación de qué quiere hablar Pedro Sánchez, para no asistir si va a abordar la financiación autonómica.
Los 14 gobiernos del PP se comprometieron por escrito con la dirección nacional a no tratar este asunto en los encuentros con el jefe del Ejecutivo, pero Sánchez ha mostrado su voluntad de "hablar de todo", lo que podría incluir este espinoso tema con ánimo de provocar una brecha en el partido para neutralizar su frente común contra el cupo catalán.
Los de Feijóo siguen reclamando que se reúna la Conferencia de Presidentes o el Consejo de Política Fiscal y Financiera, dado que este asunto afecta a todas las regiones. Ninguno de estos órganos ha sido convocado, pese a la promesa del presidente del Gobierno de hacerlo en el mes de septiembre, y de la denuncia del PP. Sánchez se muestra especialmente reticente a reunir a todas las regiones juntas cuando la mayoría están gobernadas por su adversario político.
La ronda de encuentros bilaterales dará comienzo mañana a las 10:00 con el Lehendakari, Imanol Pradales, al que seguirá apenas dos horas y media después el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, que está convocado a las 12.30. Después del almuerzo, a las 16.00, será el turno del de Galicia, Alfonso Rueda. La triple convocatoria en un día, y con tan estrecho margen de tiempo, diluye el protagonismo de los presidentes autonómicos, que podrían exponer de manera más destacada sus reclamaciones si hubieran sido convocados en distintos días.
Fuentes del PP aseguran que Sánchez busca "quitarse de encima un tema que le resulta incómodo", sin conceder "foco mediático" a las CCAA. Una forma, también, de simular actividad política en un trimestre vacío de contenido legislativo, que viene marcado por los congresos de Junts, ERC y el PSOE, y que afronta un bloqueo parlamentario, como evidencian las derrotas del Gobierno en el Congreso a manos de sus socios de Junts.
El precedente sanchista
Pedro Sánchez tampoco remitió orden del día alguno en su primer encuentro con Alberto Núñez Feijóo, lo que fue duramente criticado por el líder del PP. El mismo día de la reunión, El País publicó un artículo que enumeraba los asuntos que el presidente del Gobierno quería abordar, lo que Feijóo interpretó como descortesía y una falta de respeto, especialmente después de haber reclamado antes la agenda.
En la siguiente reunión que ambos mantuvieron, y que se celebró el pasado mes de diciembre, el líder del PP, que se enteró por la prensa de la convocatoria de Sánchez, se adelantó y remitió al presidente, por carta, el orden de temas que tenía intención de abordar, incluyendo un decálogo de medidas de regeneración para ser aprobadas entre ambos, en un Gobierno presidido por Feijóo que duraría sólo dos años.