
El debate de este martes en el Congreso se ha convertido en un duro enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo a cuenta de ETA, y la excarcelación de terroristas que va a provocar el proyecto de ley del Gobierno acordado con sus socios. El PP asistía a la sesión consternado, sin haber podido digerir todavía su error apoyando una norma que ha indignado a las víctimas del terrorismo. El PSOE, lejos de disculparse con ellas, ha aprovechado para intentar humillar a la oposición, negando de paso las consecuencias que traerá su política.
Sánchez obvió el tema durante su intervención inicial. En su momento de máxima debilidad, acorralado por su debilidad parlamentaria y la justicia, y tras la cascada de mentiras vertidas este martes en el Consejo de Ministros por su portavoz, Sánchez se aferró a confrontar con Vox en materia migratoria.
Hubo que esperar a la réplica para que se refiriese a la norma que permitirá reducir las penas a los etarras y lo hizo para recrearse en el error de los de Feijóo, que arrancó su intervención refiriéndose a esta cuestión para apelar a un mínimo de humanidad en el Gobierno para que retire la reforma. Entre interrupciones de la presidenta de las Cortes, Francina Armengol, el líder del PP hizo una encendida defensa de las víctimas del terrorismo, a las que prometió defender siempre.
"¿Usted sabe lo que votan o no?", le respondió Sánchez en su turno de réplica, y deslizó una teoría: "Saben lo que votan pero, después de ver cuál es la reacción en los medios de comunicación, echan la culpa a otros de los errores". El presidente defendió la norma, obviando la enmienda que elimina una disposición transitoria, porque "emana de Europa, cuenta con el visto bueno de la mayoría de instancias, ha sido ampliamente debatida en las Cortes y ha contado siempre con el apoyo del PP".
"Nadie al volante en el PP"
Sánchez preguntó a Feijóo si "su grupo es más torpe de lo que parece" o "es que le han apretado" y parafraseando a la AVT, se preguntó si es que "no hay nadie al volante en la oposición". Sus frases eran correspondidas con aplausos y risas por parte del grupo parlamentario del PSOE, pese a que se estaba tratando la reducción de penas a más de 40 etarras, y que permitirá que terroristas sanguinarios como Txapote, autor del asesinato de Miguel Ángel Blanco, salgan a la calle el próximo año.
La hermana del concejal del PP en Ermua asesinado en 1997 protagonizó uno de los momentos de la mañana cuando entró en el hemiciclo y fue ovacionada por la bancada del PP, que se puso en pie para recibirla. Sánchez, que estaba en el turno de palabra, ni la miró. Sólo detuvo un rato su filípica para luego continuar su discurso donde lo había dejado, sin ningún mensaje para Marimar Blanco.
Las chanzas de la izquierda
El presidente del Gobierno siguió en su réplica tratando de echar sal en la herida. "Es normal que muchos españoles se sientan decepcionados con su grupo parlamentario. La pregunta es ¿Qué le decepciona más a sus votantes: su hipocresía o su incompetencia?". En otro momento, negando lo evidente y lo que dicen todos los expertos, Sánchez ha asegurado que "no se rebajan las penas a los terroristas de ETA".
La cuestión salió también a relucir durante la intervención del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que hizo mofas del error del PP. "Tanta ETA para tapar su propia incompetencia", le decía a Feijóo, recordando que la reforma pasó por la Comisión de Justicia, el Pleno del Congreso y el Senado. "Ustedes dicen que no se enteraron de nada, que no saben leer, pero la maldad vuelve y el lema de que te vote Txapote les ha vuelto porque al final los que han votado a Txapote son ustedes". También la portavoz de Podemos, Ione Belarra, acusó al PP de "no leerse los papeles".
Vox, que también cometió el error de no rechazar la enmienda de Sumar que modificaba por completo el proyecto de ley, eludió esta cuestión. Santiago Abascal defendió que se ceñiría a hablar de inmigración, cuestión que motivó el debate, y nombraba los casos de corrupción que acechan a Pedro Sánchez, como el de Begoña Gómez.